¿Te quedarías a mi lado? {Caché}

Cap 60

-Pero, ¿qué hiciste? Poché—Pregunto acercándose a mí, no quería hablar— ¿La engañaste con esa Mónica?

-Sí—repetí murmurando—Sí, la cague Valentina—suspiré— ¿Y ahora qué hago?

-Búscala, resuélvelo.

-No creo que me quiera volver a ver.

-Tienes que intentar hablar con ella.

-¿Qué se supone que le diga?, Si la cague man, que estúpida soy.

-Puedes quedar aquí reprochándote o puedes ir y tratar de re conquistarla—me quede pensando en que hacer, pero Valentina tenía razón, debía hablarle, para por lo menos darle un buen final.

-¿Qué podría hacer? No quiero llegar de repente, no sé qué decir.

-Quieres tener todo fríamente calculado—reí

-Boba, es en serio.

-Pues, piénsale, la conoces.

-Gracias por a ayuda Valentina—volví a mi habitación, a ducharme para salir a buscar a Daniela, ya sabía el motivo, al final si era mi culpa, como pude dudarlo. No me sentía en la condición de pedirle otra oportunidad, debía tener su espacio, pero necesitaba despedirme, verla por última vez.

Por qué tuve que volver a ver a Mónica, por qué me tuve que dejar llevar, sabía que tendría consecuencias, pero seguí, que estúpida de verdad, perdí a Daniela por lujuria, por algo de una miserable noche, algo que conseguí aún mejor en ella, ese día y justo ese día...

Flash back:

-Sabía que vendrías—Dijo firme al abrirme la puerta, salí molesta del salón de Daniela y quizás no era buena idea, pero me encontraba frente al departamento de Mónica—Pasa—Sin decir nada pase, estaba pálida, ojeras más grandes que sus ojos, con un cigarrillo entre sus dedos, parecía que tenía días sin comer

-¿Has comido algo?—Le pregunté una vez adentro, se cruzo de brazos y llevo al cigarrillo a la boca acabándolo de una calada, negó con la cabeza—Deja de fumar así

-¿De verdad te importa?—Preguntó exhalando lentamente

-Sí me importa Mónica—Giré los ojos—Tienes que comer algo—Camine a la cocina dispuesta a darle de comer, el que no estuviera con ella no significaba que la dejará morir de hambre, después de todo lo que ha hecho por mí no podría no importarme algo

-No hay nada—Me informó sentándose en el sofá, ciertamente no había nada, solo agua

-¿Por qué no hay nada Mónica?—Volví al sofá sentándome en uno que estaba al frente de ella, me miro y se aproximo a tomar otro cigarrillo que tenía al lado, lo encendió lentamente, inhalo poco

-Quiero morir—Me miro decidida, exhalando

-Estás loca Mónica—Negué con la cabeza, pase mis manos por mi cara, solo nos miramos—Yo te dije como era todo desde el principio ¡Carajo!—golpee la pequeña mesa que estaba en el centro de nosotras

-Me dijiste que no te enamorabas—Inhalo la mitad del cigarrillo—Y te enamoraste Majo, no de mi—Exhalo lentamente recostándose del sofá—Hice todo, ¿Qué tiene ella que no tenga yo?

-No sé Mónica—Fui honesta encogiéndome de hombros—No puedes estar así por mí, no lo merezco

-Puede que esto se me pase...

-Se te tiene que pasar—La interrumpí—Mónica, no puedes estar así

-Ven y abrázame—Me pidió, no me miraba, solo veía el cigarrillo