-¡IDIOTA!—le grité, no a Daniela sino al maldito bicho que tenía encima... Matu.
Me abalance sobre ella, tirándola al piso, con todas las fuerzas que tenía le di golpes en la cara repetidas veces.
-Majo, detente—escuchaba decir a Daniela, la rabia me consumía, me tomo por la espalda tratando de quitarme, Matu aprovecho el momento para moverse arrastrándose de bajo de mí, me solté del agarre de Daniela, volví agarrar a Matu quien ya se estaba levantando, el bicho me empujo haciéndome caer, fue ella quien ahora tomo el control, golpeándome de vuelta.
-Calle va a ser mía—dijo entre risas, tome se mano derecha con la cual me había golpeado, como pude el puño derecho lo volví a impactar en su rostro, salí de su agarre levantándome
-¡YAA!—gritó Daniela desesperada, ignorándola, le di una patada a Matu en el estomago sacándole todo el aire, Daniela volvió agarrarme por la espalda calmándome.
-No paso nada, no paso nada—me repetía abrazándome a espaldas—No sigas—mi respiración estaba agitada, cerré los puños concentrando toda la rabia que me quedaba en ellos, respire hondo.
-Ya tuviste tu venganza—le dije a Daniela soltándome de su agarre—Quédate con ella, será mejor así.
-A mi no me importa ella y lo sabes Majo—puso sus brazos alrededor de mi cuello.
-No me interesa—quite sus brazos de mi—Solo sé que con quien sea que estés será mejor.
-¿Qué hablas? Te estaba esperando Majo—De ella solo emanaba el olor a vodka
-Esto fue una idea absurda, interrumpí tu momento.
-No interrumpiste nada.
-¿A no?—dije irónica cruzándome de brazos.
-Ya vete—hablo Matu con dificultad aún en el suelo.
-Cállate—le dijo Daniela—Todo esto es tu culpa—sus lagrimas comenzaron hacerse presente—mire con odio a Matu, me acerqué a ella
-Mejor cierra la boca antes de que termine de partirte la cara—le dije en la cara
-Atrévete—me reto, fueron las palabras que necesitaba para volver a golpearla, intento defenderse pero fue imposible.
-Majo—Daniela me envolvió con sus brazos, prohibiéndome mover mis los míos—Ya, detente, va a ser peor.
-Nada va a ser peor que verte con ella de esa manera—me solté de su agarre—Pero no te voy a reprochar nada, me iré.
-No quiero que te vayas—volvió abrazarme, suspiré.
-Pues qué lástima—dije quitándomela de encima—Porque me voy Daniela.
-Por favor—suplicó—Te estaba esperando—no respondí nada, pase aún lado de ella y salí del departamento, me vi los puños y estaban morados, baje en el ascensor.
Esperaba no encontrarme con la mamá de Daniela, pero mis deseos no se cumplieron
-¿Te gusto lo que viste?
-Váyase al infierno—escupí saliendo del edificio. Escuche sus risas, me devolví—No sé que tiene en contra de mí y me vale mil hectáreas de mierda vieja estúpida, pero escuché NADIE, absolutamente nadie va amar a su hija como yo lo hago. Felicitaciones ya no estaremos juntas—recordé todo lo acontecido—Me llego a enterar que usted ha tenido que ver con todo lo que ha pasado entre Daniela y yo, créame que no me va a importar que es su mamá—me miro si responderme nada, dicen que el que calla otorga, ¿no? Sin decirle más, salí del edificio de la chaqueta que traía saque una caja de cigarrillos que afortunadamente había comprado antes de venir, me quede en una esquina del edificio, recargue mi espalda de la pared, inhalando y exhalando del cigarrillo.
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¿Te quedarías a mi lado? {Caché}
Hayran KurguMaría José Garzón, mejor conocida como Poché, una chica de 22 años, pintora; artista en ascenso, vive con su hermana Valentina desde sus 18 años, su padre Juan Carlos no fue muy bueno con ella luego de la muerte de su esposa, la madre de Poché, por...