Cap 54

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-Perdón por apretarte las manos—Rompí el silencio, aun no llegábamos al salón

-Tienes toda la razón—Dijo—No debí hacer eso, me frustre. Es todo

-Está bien, todos tenemos un límite.

-Hasta tú

-Sí, hasta yo—El silencio siguió, por primera vez sentí ese silencio incomodo entre nosotras.

-Si no querías que viniera, podías decirme—La vi de reojo, estaba en su celular

-Si no quieres estar aquí, puedes irte.

-No quería que lo vieras de esa manera Dani—busco agarrar mi mano, pero la aparte—Solo no quiero incomodarte, o hacerte enojar más.

-Si te vas me voy a enojar más Poché.

-Me quedo entonces—volvió a mirar su celular, encendí el reproductor para disuadir el silencio, tararee cada canción, al poco tiempo me siguió.

Llegamos al salón, Matu se asombro de vernos entrar juntas agarradas de manos, Poché me soltó para ir a saludar a Daniel, aproveche ese momento para hablar con Matu:

-Buenos días—le dije—Espero que hoy no te despertarás con tus comentarios absurdos o tendremos problemas.

-Entiendo—me sonrió—Estás hermosa—le sonreí a modo de agradecimiento, salude a Kika y fui a donde hablar con Daniel y Poché.

-¿Pero que te paso en las manos?—Le preguntaba a Poché justo cuando me uní a la platica

-Me corte—respondió riendo—No es nada, tranquilo

-Sí—dije sarcástica—nada, claro

-Uhh—entono Daniel— ¿Aún tienen problemas?—Ambas quedamos calladas—Nada que una buena noche de pasión no arregle chiquitinas

-Voy a tener que intentar seducirla mejor—bromeo Poché—Ayer no funcionó

-Tan boba—reí—Si funciono, todo iba bien hasta tu comentario de esta mañana

-No me gusta estar en medio de una pelea prematrimonial—Dijo Daniel, ambas reímos. Cambiamos el tema y continuamos hablando hasta que una chica entro para ser atendida por Daniel, por nuestra parte nos quedamos en la caja registradora, el día estaba tranquilo, como todos los días últimamente.

-¿Qué tanto haces en ese celular?—le pregunté a la peli azulada que desde esta mañana no lo soltaba.

-Nada—se sentó en mis piernas—Mira, estoy jugando

-Ya te obsesionaste—respondí disgustada

-Amor, es solo un juego.

-Solo puedes estar obsesionada por mi—la hice reír aunque no era esa mi intención—No es un chiste—bufe girando los ojos

-Yo estoy obsesionada por ti, amor—Me dio un corto beso en los labios—Tu por mi ya no tanto

-¿A no?—pregunte alzando una ceja

-No—hizo un puchero

-Claro que si boba—la besé, mordiendo sus suaves labios

-No—replico cruzándose de brazos—Tengo que mejorar mis métodos de seducción

-Uy si—reí, me miro molesta

-Viste, viste—bajo la cara haciendo puchero—Ya me oxide—dijo con voz de niña pequeña

-Ni que fueras acero—reí—No seas bobita, solo jugaba

-Ya no logro seducirte—mantuvo su voz de niña pequeña

¿Te quedarías a mi lado? {Caché}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora