Cap 31

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*Una semana después*

Está semana había sido increíble, Poché y yo estábamos más unidas que antes, mucho más unidas, yo había vuelto a trabajar y Poché se encontraba terminando sus pinturas y dibujos para una exposición de arte que se daría a lugar mañana en un museo, por lo que me dijo irán muchas personas al igual que muchos artistas, estaba un tanto nerviosa, pensó que sería un evento más pequeño, pero la peli azulada estaba siendo más reconocida e invitada a eventos más grandes.

En el trascurso de la semana me he estado quedando a dormir en su departamento junto con Ramón, los 4 no las pasábamos bien juntos, hoy me había pedido que no fuera porque quería que sus cuadros fueran una sorpresa, no me había dicho de que se trataban, siempre me cambiaba el tema...

-¿En qué piensa la morena?—preguntó Matu acercándose a la caja registradora donde me encontraba.

-¿En qué crees?—pregunte de vuelta con los ojos entre cerrados

-A ver déjame adivinar—Se cruzo de brazos y dejo una mano sobre su mandíbula—Ah ya se, en una chica peli azulada, ¿verdad?

-Exacto, mereces unos aplausos—Le aplaudí y me puso los ojos en blancos, sabía que Matu sentía una atracción hacia mí por lo que le dijo a Poché, pero no había hablado al respecto con ella, no era algo que me importara, yo solo tenía ojos para María José.

-¿Y cómo va todo con ella?

-Mucho mejor que antes, gracias a Dios no se dejo vencer por el miedo, me busco, la amo, ella me ama y eso es todo lo que importa.

-Mmmm—Bajo su mirada al piso y no dijo nada más por unos minutos—Pero, ¿por qué le costo taanto vencer su miedo?—A largo el "taanto", no sabía que responderle, solo yo sabía tal motivo y no podía contarlo.

-No sé—Respondí finalmente—Y ya no importa, estamos bien.

-Espero que esa felicidad no se les acabe.

-Espero lo mismo.

Nuestra conversación finalizó cuando entro una chica pidiéndome a mí que la atendiera, tenía unas semanas sin tener algún contacto con la cabellera de alguien, pero era lo que amaba y ya tendría que volver a poner en práctica que lo sé hacer, mientras atendía a la chica visualice a mi pequeña peli azulada entrar al salón, sonreí y le guiñe un ojo, me devolvió la sonrisa y se acerco

-Creo que estás algo ocupada—La mire y le hice un gesto para que me diera un corto beso, ella entendía y lo hizo, pude sentir la mirada de Kika en nosotras.

-Sí gorda, algo—Me volví a concentrar en lo que estaba haciendo— ¿Y eso que viniste?—Mañana sería el evento y suponía tenía que terminar algunas cosas

-Vine a comprar unas cosas y aproveché para venir a saludar a mi bonita. ¿Me estás corriendo?

-No amor, ¿cómo crees? Solo pensé que tenías cosas que terminar y así. Pero no te veo con ninguna compra.

-No, bueno sí, pero son pequeñeces. Y es que al final no compre nada.

-Uy sí—Dije y la chica que estaba atendiendo se echo a reír

-Amor, también vine a decirte que vas a dormir en mi departamento—Se puso a jugar con unos cepillos que consiguió

-¿No me habías dicho que no?

-Sí, pero ya terminé todo y quiero que te quedes a dormir-

-Pues ahora no quiero

-Mire Daniela—Me señalo con el cepillo que tenía en la mano—Si usted no viene a dormir, boto este cepillo.

¿Te quedarías a mi lado? {Caché}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora