¿Te quedarías a mi lado? {Caché}

Cap 28

[Poché]

Dos semanas en las que no he sabido nada de Calle, dos semanas en las que he estado enterrada bajo la depresión, dos semanas en las que me he estado acompañada, pero me he sentido más sola que nunca, dos semanas en las que no he querido comer, ni salir y solo he estado terminando retratos, sí, retratos, todos de ella, vive en mi, en mi pensamiento, en mi corazón.

Ella me busco, me llamo y mando mensajes durante una semana, mi estupidez me hacía no contestarle, la necesitaba, pero la idea de no ser buena para ella me podía más, si tan solo no fuera un puto desastre, si tan solo una parte de mi no estuviera mala... Podría estar con ella y ser feliz, podría permitirme hacerla feliz, pero no, no.

Me odiaba, odiaba ser así, odiaba no querer recibir ayuda, pero es que tampoco podía dejar sola a Vale, yo soy todo lo que tiene.

Paula ha estado preocupada por mí, no he querido salir, ni hablar con nadie ha venido a verme, pero nunca la dejo pasar, no quería tener que explicar nada, me quebraría una vez más, Vale ha sido mi compañía y mi pañuelo de lagrimas, con todas las lagrimas que han salido de mi podrían llenar una piscina, ha soportado mis cambios de humor, mi tristeza y malos comentarios, me ha dicho que la busqué, que no es tarde, que deje el miedo, aunque ella no sabe que es lo que en realidad está pasando, solo le dije que no era buena para ella, no le expliqué el por qué y no estaba lista para hacerlo.

No sé qué haría sin esa pequeña pecezuela, que ya no era tan pequeña, en realidad, creo que es mucho más madura que yo.

-¿Sigues llorando?—Justo entro a mi habitación, estaba acostada mirando a la nada, pensando en todo—Poché, no puedes seguir así, llevas dos semanas aquí, encerrada.

-No quiero hacer nada más Vale—Mi voz estaba un poco ronca, como si hubiera gritado toda la noche, no sabía porque, pero así estaba.

-Al menos deberías hablar con Paula

-No quiero hablar con nadie, pequeña.

-Poché, ya no sé qué hacer para que estés bien, no me gusta verte así—Se sentó al pie de mi cama—Al menos sal, conmigo, no sé, vamos a un museo si quieres, pero por favor, ayúdame a ayudarte

-No quiero salir Vale, dame tiempo, estaré bien.

-Poché...

-Dame tiempo

-Bueno—Soltó un pesado suspiro— ¡Pero luego no digas que no te quise ayudar!—Sin decir más salió de la habitación, necesitaba estar sola un tiempo más o eso sentía que necesitaba.

Pensé una nuevamente en la morena, recordé la forma en la que se reía, en cómo habría sido para ella tener que traer borracha, casi inconsciente, tener que bañarme, vestirme y quedarse a dormir, quería recordar más a fondo lo que pasó, pero intentaba, intentaba y nada... Nada, no sé me venía a la mente ningún recuerdo claro, solo sé que hablamos y ya... Hasta ahí llegue, no debí haber tomado tanto.

Me levanté de mis aposentos y me dirigí a la habitación donde guardaba mis retratos y todas las pinturas que hacía en general, era un desastre la habitación, así como yo, las pinturas estaban por todos lados, lo único bien guardado y arreglado eran los cuadros que hacía y los dibujos, me senté un banco que estaba en una esquina y me quedé observando cada retrato de Calle, había alcanzado a hacer 3 y otros dibujos referentes a ella.

Me levanté del banco, tome el pincel, pintura y comencé a plasmar un nuevo lienzo me deje llevar por lo que sentía en el momento, el pincel en mis manos fluía de forma tranquila, segura, aunque todo dentro de mi estaba triste, pintar era la mejor forma de expresarme y sacar toda nostalgia de mí.