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El chico comenzó a correr, lo más rápido que sus piernas se lo permitían, en el momento que alguien se diera cuenta de lo que había hecho, comenzaría a buscarlo y va a estar muerto cuando caiga en las garras de alguno de ellos.

El frío de la noche calaba en sus huesos, iba casi desnudo, solamente traía puesta la playera del alfa al que había asesinado, por lo cual, ésta se encontraba repleta de sangre.

Se dirigió a su casa, y al llegar, se quedó congelado fuera, todo estaba desecho, suspiró ruidosamente mientras caminaba hacia adentro, la mitad del techo del segundo piso había caído y bloqueado gran parte del living, los muebles, los cuadros, las fotografías, todo estaba quemado, con dificultad comenzó a subir las escaleras, también se había derrumbado gran parte de éstas.

El pasillo que separaba la habitación del pelinegro a la de su pequeño hermano no era más que un simple hoyo ahora. Ya no quedaba nada de ese pasillo.

El pelinegro miró con dolor la puerta de la habitación de su hermano, y ahí, todo el arrepentimiento que sentía por haber matado al alfa desapareció y se convirtió en satisfacción.

Ése idiota había acabado con la vida de su hermano, el simplemente le devolvió el favor. 

La habitación del omega estaba muy poco quemada, sólo era la puerta lo que el fuego había logrado alcanzar antes de que lo apagaran, por lo que las cosas de Kyungsoo estaban en perfectas condiciones.

Al entrar, lo primero que hizo fue buscar algo de ropa y ponérsela, le resultaba un poco asqueroso traer puesta la playera de ese hombre.

Se vistió con un pantalón negro y una camisa blanca, y se colocó unos tenis negros, tendría que correr bastante, y descalzo sería bastante difícil.

Tomó una mochila y guardo algo más de ropa, por si ocurría algo y también algo de dinero, al caminar hacia la puerta de nuevo, pisó algo, provocando que ésto tronase, al agacharse y tomarlo, se dio cuenta que se trataba de la foto de su hermano y el.

Un sollozo abandonó sus labios y cayó de rodillas al suelo, clavándose unos vidrios.

Envolvió la fotografía en sus brazos y comenzó a llorar con fuerza. Había perdido su razón de ser, ¿qué más le quedaba?...Si se hubiera quedado con el alfa, tendría todo, si, pero sería repulsivo estar con la persona que mató a la única persona que Kyungsoo a querido de verdad.

Dejó de sollozar al escuchar pasos en el primer piso, inhaló con fuerza.

Alfas...

Lo más probable es que ya se hayan dado cuenta de lo que hizo y lo estén buscando para matarlo, tenía que ser eso, ¿por qué otra cosa entrarían alfas a una casa hecha cenizas?...Para nada, solamente para buscar a un fugitivo, en éste caso, el.

— Quiero que lo encuentren. —Escuchó, se levantó rápidamente de suelo— Lo quiero vivo, pagara por lo que hizo.

Tal vez si se entregaba todo acabaría, ellos se encargarían de matarlo y ya no sufriría más, estaría junto a su hermano, sonaba bien. Su corazón le decía que eso era lo mejor, terminar con el sufrimiento.

Pero...Su cerebro se negaba a aceptar esa idea, el omega prometió jamás dejarse manipular ni darse por vencido ante un alfa, y entregarse sería romper esa promesa.

— Es hora de dejar de escuchar al corazón —susurró caminando hacia la ventana— No me humillaré ante un puto alfa.

Después de decir eso, saltó, junto en el momento que la puerta fue abierta. El alfa se acercó y gritó -indicándole a los demás que lo había encontrado- y saltó detrás del chico, para comenzar a correr y seguirlo. 

Darling Dark Wolf  (KaiSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora