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Chanyeol suspiró y limpió una lágrima que bajaba lentamente por su mejilla. Se levantó del sofá y caminó hasta la habitación.

Ya habían pasado casi dos días desde que los encontraron juntos, y Kyungsoo se había encerrado en la habitación, no había salido para nada, no había comido. El alfa estaba realmente preocupado, dejando de lado el dolor que estaba sintiendo por lo que hizo el omega que decía quererlo, el pálido no debía preocuparse, estaba muy delicado y si no comía nada, corría el riesgo de perder al bebé.

Caminó arrastrando los pies hasta la habitación y dio unos toques, recibiendo como respuesta un sollozo de parte del omega, rugió molesto y golpeó con fuerza la puerta, abriéndola.

Le molestaba bastante que el pobre omega llorara tanto por alguien que no lo merecía, que se aislará y se negara a comer, poniendo en riesgo no solo su vida, si no, también la del bebé que llevaba dentro de él.

— ¿Cómo estás? —Susurró al entrar y se mordió el labio, el omega estaba sentado en el suelo, su espalda estaba contra la cama y sus piernas dobladas, su rostro oculto entre sus rodillas.

Chanyeol se mordió el labio y se acercó lentamente a él, pudo notar como el omega acariciaba su marca lentamente, sollozando.
Se sentó en el suelo, junto a él y lo obligó a levantar la cabeza para que lo mirara a los ojos. Kyungsoo tenía los ojos hinchados y rojos, los cuales expulsaban lágrimas sin detenerse, sus mejillas estaban sonrojadas y su nariz completamente roja, además de sus labios, que tenían marcas de mordidas.

El alfa le dio un beso en la frente y limpió con cuidado sus mejillas, quitando todo rastro de lágrimas, lo cual fue inútil, porque al instante volvieron a salir más, provocando que el alto gruñera.

Estiró sus brazos, indicándole a Kyungsoo que se acercara. Éste no lo dudó, se lanzó a sus brazos y continuó llorando, sollozando con fuerza, mojando la camiseta del alfa con sus lágrimas y apretando sus manos en la cintura de éste mismo.

— No lo entiendo... —Habló entre sollozos, él pálido.

Chanyeol no pudo contener sus lágrimas, enterró su rostro en el cuello del omega y comenzó a llorar él también. Por qué, a pesar del poco tiempo, ya sentía algo por el omega, la conección que habían tenido esa noche fue magnífica y Baek aseguraba quererlo mucho.

El alfa tampoco lo entendía.

— Kyunggie... —Lloriqueo en su cuello, apretando sus brazos alrededor del cuerpo del pálido, teniéndolo como único apoyo en ése momento, porque su hermano no estaba con él para consolarlo, y Kyungsoo lo entendía, a los dos les habían roto el corazón de la manera más cruel.

— Siempre me decía que me amaba, que estaríamos juntos por siempre, que... q-que... —Se ahogó con sus propias palabras y comenzó a negar con la cabeza, desesperado.

Chanyeol estaba demasiado enojado... no, estaba furioso, pero también confundido. Él y todos los que rodearan a Kyungsoo y a Jongin podían notar el amor en los ojos de éste último, todos notaban cuánto quería el moreno a su omega, el increíble brillo que aparecía en sus ojos cada vez que Kyungsoo sonreía, o su rostro de felicidad cada que le decía algo lindo. Chanyeol pudo notar sus nervioso y desesperación aquel día que estuvieron comiendo todos en el patio de la casa del alfa, en ese momento no entendía por qué se estaba comportando así, pero ahora lo entendía perfectamente.

Estaba ansioso por saber si Kyung estaba o no esperando un bebé. Se veía lo ilusionado que estaba, pero también se notaba el miedo en sus ojos, el temblor en sus manos.

No entendía cómo todo eso lo pudo haber actuado, para que al final, dijera que siempre lo estuvo engañando con él que -Chanyeol pensó- era su hermano, diciéndole que no era su culpa que no se haya dado cuenta y burlándose cuando lo miró comenzar a llorar, guiñandole el ojo o riéndo como el maldito cobarde que es. Nadie es capaz de actuar así, porque el amor que se miraba en sus ojos, en las expresiones, en su manera de comportarse, y en su manera de hablar del omega, no pudo haber sido falso.

Darling Dark Wolf  (KaiSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora