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Baek se movió un poco al sentir como acariciaban lentamente su cabello, murmuró y abrió lentamente sus ojos, encontrándose a sí mismo sobre el pecho del alfa, este tenía la televisión encendida, pero no la estaba mirando, no podía quitar su vista del omega— Hola, lindo —susurró, se inclinó un poco y besó sus labios lentamente.

Baekhyun no pudo evitar sonrojarse demasiado ante las acciones del alfa, giró quedando sobre la cama y suspiró mirando el techo.

— ¿Dormiste bien? —Cuestionó el omega, haciendo figuras invisibles en el pecho del más alto con sus dedos, Chanyeol sonrió y acarició su cintura lentamente.

— Dormí contigo —murmuró y sonrió más al ver el ceño fruncido del menor— ¿Hay algo mejor que eso? 

— ¡¡Chanyeol!! —Se quejó, sintiendo como su rostro ardía, se acomodó y ocultó su rostro en las almohadas.

— ¿Qué pasa, lindo? —Pasó sus uñas por toda la espalda del menor, provocando escalofríos en todo su cuerpo.

Gimió negando con la cabeza y lloriqueo, Chanyeol sonrió y lo abrazó, dejando un dulce beso en su cabeza.

— ¿Quieres cenar? —Cuestionó levantándose de la cama, Baek asintió con la cabeza y se levantó también— No, aquí quédate —ordenó, recibiendo una mirada confundida del omega— Déjame consentirte, bebé. —Lo besó y caminó a la puerta, antes de salir, volvió a mirarlo— Si quieres ducharte ahí está el baño, puedes tomar mi ropa.

Asintió lentamente, sintiendo su rostro calentarse de nuevo, Chanyeol rió y salió.

El omega suspiró y caminó al baño, necesitaba ducharse, sentía su rostro caliente y su cuerpo dolía, tenía que relajarse un poco. Se metió bajo el agua y suspiró al sentirla. Cerró sus ojos y acarició su abdomen y pecho lentamente, recordando las manos del alfa sobre el, los besos en su cuello y las embestidas contra su cuerpo, las mordidas en su piel.

Recordaba perfectamente lo caliente que se sentía, su cuerpo ardía y sus ojos expulsaban lágrimas sin parar, pero, a pesar del dolor que sentía, volvería a repetir una y otra vez ese momento, porque, fue algo hermoso, Chanyeol fue tan lindo, lo acarició de una manera que -para Baek- fue malditamente especial, se sintió tan bien, sentía el cariño de su mate a cada roce o beso.

Cuando terminó de ducharse, puso una toalla en su cintura y se acercó al armario, tomando, como dijo el alfa, algo de su ropa. Sólo tomó un boxer y una camiseta, la cual le quedaba demasiado grande, llegando casi hasta sus rodillas, se sentó sobre la cama y con sus manos acarició la marca en su cuello, cerrando sus ojos, jadeando por un momento.

La puerta se abrió y por ésta entró el alfa con un plato en sus manos y varios sándwiches sobre este— Lo siento, necesito ir a comprar comida —aseguró sin mirarlo, dejando el plato sobre el escritorio.

— Gracias —susurró, jugando con sus manos, se sentía nervioso estando con el.

Chanyeol sonrió y levantó la mirada, cuando miró al omega, sus ojos se abrieron y se mordió el labio, acercándose lentamente a él— Eres tan hermoso —gruñó y acarició lentamente la pierna desnuda del menor, llegando hasta sus muslos, donde apretó levemente— Malditamente hermoso.

— Chanyeol...

— Con sólo verte, tengo ganas de comerte a besos, lindo. —Se inclinó y besó sus piernas lentamente, Baek se sonrojó— Quiero hacerte mío una y otra vez, hasta que nuestros cuerpos no puedan más. —Mordió levemente su muslo interno y sonrió al escucharlo quejarse, acarició lentamente la marca roja que comenzaba a aparecer ahí donde sus diente hicieron presencia— Quiero escuchar mi nombre salir de tus lindos labios. Quiero tenerte debajo de mi, gimiendo, bebé.

Darling Dark Wolf  (KaiSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora