trece

4.5K 276 8
                                    

XIII: “ c o n f i a n z a ”

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

XIII: “ c o n f i a n z a ”

Otro día en el club, trabajando y tratando de que mi vida familiar no me afecte pero era imposible.

Antes de que empiece había visto mi celular y tenía dos llamadas perdida por parte de mi mamá, le devolví la llamada pero ella no atendió más. Ella no llamaba por nada, y sí lo hacía era porque era algo feo o pasó.

El segundo tiempo del partido empezó e Independiente empataba contra Temperley 0 a 0, por un momento me alejé de mi mente y me deje llevar por el ambiente, los hinchas cantaban que querían salir campeón y tener la sudamericana y eso me hacía poner nerviosa ya que la vuelta se jugaba el martes acá.

Finalmente el partido terminó con el cero a cero. Otra cosa que agregar a mi día deprimente, como no estaba Ana me sentía algo sola, a pesar que no eramos mejores amigas ya pero al menos tenía a alguna mujer de mi edad para hablar.

Me quede detrás de los arcos un rato largo, viendo como se iban y tomé mas fotos. Guarde la cámara y esperaba que terminen de entrar así para ir y colocar en su lugar la pechera, pero volví a pensar en mi mamá y saqué mi celular, nada de nada.

Fue donde me preocupe y la volví a llamar unas tres veces, me rendí y quede pensando en todo, rogaba que no haya pasado nada.

Cuando me di cuenta todos se habían ido así que empecé a caminar a pasos lentos.

Entrando mi celular se sonó entonces me frene y saque rápido mi celular esperando que fuera mi mamá y el identificador decía que si.

—¿Ma? —rápidamente hable.

—¿Tina? ¿Como estás? Me llamaste muchas veces. —apenas dijo y pude sentir su voz algo caída.

—¿Estas bien mamá? Te llamé porque vos me llamaste y como vos nunca llamas pensé que...

—Ah, no hija, esta bien, llamé sin querer. —dijo y la oí toser.

—Mamá. —presione—. Me llamaste dos veces, ¿estas bien? decime la verdad.

Y el silencio. Suspire y me gire en mi lugar, no estaba bien.

—Agostina, en serio, bien, estoy bien. Te llamé y quería saber como estabas. No te preocupes.

—¿Como no me voy a preocupar? Mamaaa. —chille y a la vez me sentía con bronca—. ¿Te pasó algo? ¿Te hizo algo?

—Creo que voy a ir unos días a verte. —dijo y frunci mi ceño—. ¿Que te parece?

Estaba confundida, muchisimas veces le habia dicho que venga y nunca lo hizo y ahora me lo decía. Era dos cosas: era verdad o estaba diciendo esto para que me desvíe del tema.

—¿Que pasó? —vuelvo a insistir cansada, de nuevo en silencio.

Entonces de nervios empiezo a caminar, sabía que los jugadores ya había salido así que no me cruzaría a nadie.

Segunda | Nicolás Tagliafico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora