treinta y cuatro

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XXXIV: “ s a b e r  e l e g i r ”

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XXXIV: “ s a b e r  e l e g i r ”

La semana paso rápido y algunos días más, prácticamente no los contaba y tan rápido pasaba que estábamos ya a dos día de navidad.

Y lo único que sabía era que lo más probable era que la pase sola. Porque por más que intente muchísima veces con mi mamá, no iba a venir, siempre tenía una excusa y sabía que muy el fondo era por él... El hombre con quién mi mamá estaba hace alguno años.

Iba a empezar a pensar en todo aquello cuando golpearon mi puerta, baje un poco el volumen a la tele, para ir a abrir, ya sabía quién era o quienes.

—¡Hola, hola!

Fabricio y Leandro saludaban muy contentos, o estaban de humor. Pero mi mirada se fue a los brazos de Leandro.

—Saludale a la tia Rami. —le dijo a su hijo.

El nene que parecía algo tímido me sonrió apenas después que le toque sus cachetitos.

—Hola gordito. —le salude besando su cachete rápidamente, me hice a un lado para que pasen.

Fabricio me saludo con un beso en la mejilla y paso. Pero antes de cerrar la puerta mire si no veía más nadie.

—¿Y los otros? —pregunte cerrando la puerta extrañada.

—Fueron a comprar las cosas. —me contesto Fabri.

Hoy habiamos quedado de cenar juntos antes que cada uno retome para su provincia ya que después se iban de vacaciones.

Mire de nuevo al bebe, Leandro ya lo bajo al piso y este miraba curioso y con miedo todo.

—La otra piensa que le ando engañando y le tuve que traer. —explicó Leandro y yo me quise reír, el que si rió fue Fabricio.

—¿Por que no le dijiste que venías acá? —pregunté tentada.

—¡Le dije! Pero no me cree... —ladeo su mano para atrás quitándole importancia.

Negué con la cabeza mirando a Ramiro.

—¿No te jode que le ponga dibujitos?

—No. Ponele, yo no estaba mirando la tele. —le sonreí.

Leandro agarro de la mano su hijo para hacerle caminar al sofá, donde lo sentó y le empezo a preguntar que quería mirar.

Segunda | Nicolás Tagliafico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora