veinticinco

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XXV: “ l a  p r e g u n t a ”

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XXV: “ l a  p r e g u n t a ”

Estos últimos días habíamos estado viéndonos mucho con Tagliafico, quería creer que no era solo por el hecho de que casi era fija que él se iba. Contando que era más fuerte los rumores de que podría irse a la liga holandesa, aunque no se le pregunte más por no ser muy metida, me moría por hacerlo.

Agregando también, que lo confirmado era que se iba uno de los que agarré mucho cariño, Ezequiel, se iba a liga de estados unidos así que me sentía algo triste porque era como mi hermano menor, y también... Había un sondeo por Maxi, sí se me iba él junto a Nicolás y Barco me iba a sentir rara. Le había tomado mucho cariño y sabía que los iba a extrañar.

Cuando cerró la puerta del departamento rápidamente Tagliafico pegó su cuerpo al mío, haciendo que retroceda y quede pegada a la puerta.

Su boca rápidamente busco la mía, donde estuvimos besándonos lentamente por largos segundos hasta que llevo sus labios húmedos a mi cuello, lo abrace y deje que haga conmigo lo que quiera, como lo hacía últimamente.

Hablamos poco, cogíamos mucho, sí.

Al parecer Nicolás ya había perdido completamente su vergüenza y lo hacía todo más natural, aunque no me importaba, yo lo tenía a cambio.

Pasamos literalmente la siesta en su cama, parecía todo ideal.

Gire mi cabeza y me quede embobada como Nicolás dormía como un bebe, me daba ganas de besarlo, sus pestañas lindas, sus labios levantados apenas y su nariz, estaba hasta las pelotas con el. Yo no sé que iba a hacer sí el se iba, no sé que iba a ser de mí, o quién iba a despejarme de pensar en lo de mi madre.

Me levanté apenas sin hacer mucho movimiento para ir al baño, mi ropa interior estaba en el piso por lo que solo tuve que agacharme y ponerme con mi remera.

Cuando me distrae la pantalla del celular de Nico, se había iluminado, observe a Tagliafico que seguia durmiendo fuerte.

Medité si agarrar o no, pero me pudo más la intriga del saber porque él tardo mucho en acostarse conmigo en la siesta, cuando iba acercarme a tomar el cel, casi se me para él corazon cuando él se movió pero se giro dándome la espalda, tapó su cadera con la sabana y volví a escuchar su respiración fuerte. Mi vista se fue nuevamente al celular.


Me moje la cara viéndome en el espejo.

¿Que estaba haciendo? Me mordí los labios para no tratar de llorar o sentir ese nudo en mi garganta.

Solo me bastó tomar el celular de Nico y apretar el botón de encendido para encontrar el mensaje de Carolina, donde le decía gracias por todo y que también lo amaba. Ellos estaban cumpliendo mes ese día por eso Tagliafico tardo en acostarse, él la saludó primero y después me hizo él amor como si nada.

Segunda | Nicolás Tagliafico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora