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XXXVIII: “ m i e d o ”
—¿Como... Como que un atraso? —pregunta Ana sorprendida—. ¿Tan rápido quedaste con Maxi?
Viro mis ojos suspirando.
—No seas boluda rubia. Tengo un atraso y con la última persona que estuve sin cuidarme fue con Tagliafico. —digo con miedo.
—Jodeme, Agostina. —dice, cayendo en la realidad.
—Ojalá, pero no. —suspire y volví a mirar mi calendario de menstruación.
Sí, me tenía que haber venido hace tres días.
—¿Pero como, vos no te cuidas?
—Te cuento.... —empiezo recordando la despedida—. Esa mañana después de que se fueron Maxi y Martin, Nicolás llego y tuvimos relaciones la primera con protección y la segunda ya no, porque deje de tomar pastillas porque tengo que cambiarla y le dije que lo hagamos igual porque después compraría la pastilla del día después.
—¿Y la compraste? —pregunta con una sonrisa ida, niego—. ¿Vos sos boluda? ¿Osea que no tomaste la pastilla?
—¡No! ¡Se me pasó, todo! —chilló por ser tan boluda—. Pero igual, no lo pensé mucho porque esa mañana Nicolás acabó, pero no dentro mío.
—Y ahora estas con el bombo boludita. —dice y suspira, se acercó y se sentó a lado mío—. Nos vestimos y vamos a comprar un test.
—Por fa. —murmuro cansada.
No podía creer el cagaso que tenía.
Yo no podía estar embarazada, no de Nicolás.
No lo podía aceptar. Maximo mis retrasos no pasaban de un día.
Dejé de pensar en eso para darme una ducha caliente, hasta que salí y Ana ya estaba vestida.
—Maxi me dijo para ir a almorzar juntos. —avisa y me giro a mirarlo.
—¿Te dijo a vos?
—Sí, recién me hablo. —respondió, me giro a mirarla sin poder creerlo.
—A mi ni siquiera me mando un mensaje. —se me escapo, Ana se encoge de hombros y sigue tecleando—. Me decís la verdad... ¿Están hablándose?
—¿¡Que!? —dice rápidamente y me mira riéndose—. No, te juro que no. Planee esto para que ustedes se encuentren y vos me decís esto.
