cuarenta

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XL: “ ¿ u n  f i n ?  ”

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XL: “ ¿ u n  f i n ?  ”

Al ingresar al pasillo para entrar a mi departamento mi corazón se para cuando lo veo a él recostado por mi puerta.

Se percata de mi presencia y se incorpora mirándome entre sorprendido y querer regalarme una sonrisa.

Solo una cosa pasaba en mi mente en ese momento, abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo extrañe. Que este último mes sin verlo fue larguísimo y que me gustaría que las cosas funciones para nosotros, pero eso nunca se iba a dar.

Saco la llave de mi bolsillo trasero y me acerco, el me mira y sonríe de lado.

—Hola Agos. —saluda por fin.

Y no sé que decir, me siento rara.

Las ganas de no decir nada y solo rodear mis brazos a su cuello y besarlo eran grandes pero a la vez no quería hacerlo.

Cuando abrí la puerta, lo miro y solo le murmuro que pase, suspiro por lo bajo porque no sabía que iba a salir de acá y preguntándome si hice bien en decirle que venga.

—¿Queres algo de tomar? —pregunto después de dejar las llaves y mi celular en el sofá.

Alzo mi cabeza para mirarlo y él niega, casi por cansancio me siento en el sofá, a los segundos Nicolás se sienta a lado mío.

Nos quedamos en silencio por un minutos y siento como si fueramos desconocidos. Quería decirle algo o sacarle un tema pero no se ma ocurría nada.

—¿Como estás? —me pregunta rompiendo el silencio.

Muerdo mis labios y giro mi cabeza para mirarlo. Sus ojos están clavados en mí, se desvía para mirarme a los labios.

—Bien. —respondí y dejo de morderme los labios para mirar el departamento y después a la televisión apagada—. ¿Vos?

—También. —dice bajo, cuando pienso que no va a decir nada me altera solo con dos palabras—. Te extrañé Agos.

No quiero mirarlo, así que me levanto del sofá con una excusa.

—Voy a buscar agua.

No espero ningún respuesta y entro a la cocina con presión y querer gritar. No sabía que iba a hacer o decir, me quería matar.

Porque me arrepentía de haberle dicho que sí, de que venga porque solo me hacía mal y recordé sus palabras en la última llamada.

Segunda | Nicolás Tagliafico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora