-Les presento a María Sandra Yugatoski, su nueva compañera de clase.- dijo el profesor López- Sean buenos con ella y háganla sentir cómoda.
Sonreí. El salón de clases era grande, espacioso, con mesas para dos y sillas viejas. Las paredes eran celestes y colgaban muchos carteles con lecciones dadas. El pizarrón era negro y con los bordes de madera de un color marrón oscuro.
-Podés sentarte al lado de José, si querés.- me recomendó el profesor López.
Miré a mi alrededor y allí estaba. Sentado, con su uniforme, musculoso, perfecto, como siempre. Nada cambiaba en él. Ya había pasado un día de lo sucedido con la tormenta, pero él seguía igual. ¿Qué era? ¿Sería realmente humano? Sin pensarlo más, caminé hasta la primera mesa, que era la de José y me senté a su lado.
-Buenos días, Sandra.-se burló José, por su parte.
-Buenos días, raro.-le respondí de mala gana.
-Veo que te hiciste un gran peinado este día- siguió burlándose José, al ver la bincha roja que me había regalado mi abuela sobre mi pelo.
-Ja, qué gracioso.-le dije.
-Ché, que intentaba ser gracioso…-murmuró José.
-Perdóname, gracia no le veo ninguna.-protesté.
De pronto Rosarkka, que se sentaba atrás nuestro, me mando una carta que decía:
¡Este gilipollas me tiene muy nerviosa! ¿Qué acaso es idiota al decirte que está mal que lleves bincha? Por cierto, hoy hay una fiesta muy chula que ha protagonizado mi mejor amiga, Mercedes. Es la única amiga que tengo junto a ti y no pienso perderme su fiesta. ¿Me acompañas? Llámame al-ahí decía un número-. La fiesta es a las 6:00 de la tarde y termina a las 11:00 de la noche. ¡Cinco horas de fiesta! ¡Hurra!
Sonreí. Tomé una lapicera de José que había a mi lado y escribí:
Voy a preguntarle a mi abuela si puedo ir. Espero caerle bien a Mercedes. Y sí, José es un idiota. ¿Querés cambiarte en mi casa? ¿Dónde va a ser la fiesta? Besos, Mari.
José me aferró su lapicera y me miró:
-Se dice “¿Me prestas tu lapicera por favor?”. No se agarra de una.- me dijo.
Lo miré.
-¿Y qué vas a hacer? ¿Demandarme?- le pregunté.
-¡¡¡¡YA CALLENSEN TODOS QUE VOY A DAR LA CLASE DE LENGUA!!!!- gritó el profesor López.
-Pero la lengua no se estudia, profesor López, se usa para hablar.- dijo un alumno sentado en el fondo de la clase.
El resto de la clase echó a reír a carcajadas. Yo aproveché ese momento para dejar la respuesta a la carta de Rosarkka en su mesa.
-¡¡SE CALLAN TODOS!! ¡¡SI NO SE CALLAN YA, LES PONGO UNA SANCIÓN!!- continuó gritando el profesor López.
Suspiramos todos al mismo tiempo. El profesor López comenzó a escribir.
-Copien en sus cuadernos esta larga lección, que ya están grandes para que se las explique y además, como se portaron mal, este es su castigo.- gruñó.
Copiamos y copiamos como cinco o seis páginas en nuestros cuadernos. El profesor López era de esos profesores que si no seguías el ritmo, no tenías chance de copiar entera toda la lección. Por eso todo el mundo copiaba rapidísimo, como si fuera el fin del mundo. Eran las diez menos cuarto, cuando el timbre sonó. Nos levantamos todos a la misma vez, recogimos nuestras cosas y fuimos al patio.
El patio del Bulevó era muy grande, el piso era de cemento bien duro y resbaladizo.
-Hola.- me saludó una chica menuda, pelo marrón hasta los hombros lacio y medio gordita.
-Hola.-saludé.
-Soy Mercedes, la amiga de Rosarkka, la chica que te estaba dando el “tour” del colegio. ¿Vas a ir a mi fiesta esta noche?
-Encantada.- dije y sonreí.- ¿Dónde va a ser la fiesta?-pregunté.
-Va a ser en mi casa.-me dijo.
-¿Y dónde queda tu casa?
-En Carrasco.
-¡Qué lejos! Por cierto… no tenías que invitarme...-dije.
-¡No, total, si va todo el mundo no me importa!- rió Mercedes.
-Bueno mejor así… ¿Vos sabés algo de José?-le pregunté.
Por suerte Merche sabía de todo y me lo contó: Que soy la mejor amiga, y es medio raro pero muy gracioso y a veces medio grosero, su mail es tal y i querés te paso el número que es mmmmm, va a ir a mi fiesta y por supuesto si querés le paso tu número pero me lo tenés que dar así se lo paso, pero si no querés te hago novia de uno de sus amigos que hoy te estaban diciendo de todo a la entrada, pero te advierto que son medio groseros en especial Juanjo que dice que las chicas tienen buen culo y todo eso pero si no te puedo enganchar con Lucca que es medio tímido o si no te engancho con José directamente. Si no te paso mi mail que es tal de tal arroba Hotmail punto com y si querés vos me pasas el tuyo que según me decías es tal tal de tal de tal arroba Hotmail punto com y si no yo te paso mi número y el de Rosarkka pero agendátelo que es medio largo, bueno el mío es merce1234@hotmail.com y el de Rosarkka es Rosarkka_lamejor@hotmail.com pero si no le digo a José que te vea en la heladería La Cigale o como se llame que es en tal esquina a tal hora abre tal día y siempre pero siempre te va a atender una gorda medio boba que se llama Filomena y se vé que tiene con sesenta años pero aparenta tener unos cien, o sea, parece la alumna de mi tataratatara abuelo que ahora si estuviera vivo tendría ciento quince años, o sea es eterna pero eterna la loca ¿Me entendés? Pero jamás pero jamás le digas Filo porque ella te rezonga diciéndote que Filo le suena a hilo y que ella es bastante gorda (cosa que no se equivoca) como para parecer un hilo y que es muy vieja para las tonterías adolescentes, o sea, como te dije es boba. Pero a José le molesta que lo molesten en el trabajo, por lo tanto tené cuidado con lo que te diga por que tiene mal carácter.
-Está bien.-le respondí.
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Niebla
General FictionMaría Sandra Yugatoski es una chica uruguaya de dieciséis años que no parece tener una vida del todo normal: su hermana gemela fue secuestrada de niña, sus padres tienen problemas económicos por lo que ella se tiene que mudar a Montevideo con su abu...