-Yo no entiendo esta reunión a última hora.-se quejó Rosarkka.
-Es una causa de vida o muerte.- le respondí.
-¿Pero tan importante era?
-Sí.
-¿Mercedes? ¿Dónde estás?- llamó Rosarkka.
Mercedes no respondió. Me levanté y comencé a buscarla. Bajé las escaleras y la encontré hablando por celular. Me quedé escuchando haber qué decía.
-Sí… No, no pasa nada… ¿Por qué no me creés?... Soy tu mejor amiga… ¿José? ¿Se te cortó? ¿HOLA? ¿Estás ahí?.... ¿Entonces por qué no me contestas? No, enserio, decime qué pasa… Yo lo sé todo de vos, hasta sé que tenés miles de secretos y los sé de memoria… ¡José! Ni se te ocurra cortarme… ¿Qué pasó con Mari? ¿Me lo decís?... No, yo no le digo nada… ¿Cómo? ¿Cómo que se lo contaste? ¡Cómo se te ocurre! Sos tonto… Así todo el mundo lo va a saber… ¿Cómo que no te importa? ¿Sos bobo?... ¿Pero?... ¿Pero qué?... ¿CÓMO?... Si, no grito más… Bueno, si la ayudo… ¡Cómo que no!... Sos tonto enserio… ¿No la ayudo o sí la ayudo?... Bueno, no la ayudo… Te lo prometo… Síiii… Adiós.
Cuando Mercedes colgó me apresuré a subir las escaleras.
Mercedes entró a mi cuarto después que yo entrara. Se acomodó el pelo hacia un costado y se sentó en mi cama, al lado de Rosarkka.
-Traje unos discos.-anunció.
-¡Qué suerte! ¿Jugamos a verdad o consecuencia con una botella?- propuso Rosarkka.
-¡Claro!- aceptamos Mercedes y yo a coro.
Agarré una botella de la mochila con la que iba al Bulevó y la giré. Le tocó a Rosarkka.
-¿Verdad o consecuencia?- preguntó Mercedes.
-Consecuencia.- respondió Rosarkka.
-Llama a Sebastián y dile que gustas de él.
-Bueno.
Rosarkka, agarró mi celular y marcó un número desconocido. ¿Quién era Sebastián? ¿El novio de Rosarkka?
-Sebas…- comenzó a decir Rosarkka cuando saltó la contestadora- quería decirte que hace tiempo que siento que vos y yo somos más que amigos, como novios ¿entendés? Somos inseparables, y quiero que sepas que sos re lindo y que me re gustas, o sea sos perfecto, divino, amoroso, y todo y que te quiero ver en el cine a las seis de la tarde para que me cuentes lo que me querías contar y ya está… nos damos un beso como en las pelis y tá, se acabó el asunto. Besos, te amo.
-¡Es el celu de Mari, IDIOTAAAAAAA!
-¡Ay, no, me olvidé de decirle que era Rosarkka!- saltó enseguida Rosarkka frente a la exclamación de Merche.
-¡Idiotas, era mi CELULARR!- grité, enloquecida por la bobada que habíamos hecho.
-Bueno, no nos insultes a las dos tampoco.- se quejó Rosarkka.
-Dame el celu de Mari marcamos el número de José y le decimos todo….
-¡Pero, Merche! ¿El novio de Rosarkka no se llamaba Sebastián?
-¡No es mi novio par de tontas!
-¡Cállate, Ro, que vos empezaste el lío!
-¡Y vos te confundís de gente, Mercedes!
-¡Que me refería a Sebastián cuando dije José, Mari, y no me grites!
-¡No me grites vos!- le respondí enojada.
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Niebla
General FictionMaría Sandra Yugatoski es una chica uruguaya de dieciséis años que no parece tener una vida del todo normal: su hermana gemela fue secuestrada de niña, sus padres tienen problemas económicos por lo que ella se tiene que mudar a Montevideo con su abu...