still here? - meglo

eleventh.

Coloque mis audífonos para evitar llorar, me distraje también leyendo un libro mientras llegaba al aeropuerto.

La música paraba y seguía, las llamadas de Milo estaban invadiendo mi celular, quería contestar pero no quería lastimarnos más, sólo quería que lo pensara muy bien, yo ya tenía todo decidido.

Llegue al aeropuerto, pague el taxi y baje mi maleta, faltaban dos horas para que mi vuelo saliera así que comencé a dar vueltas por todos los lugares posibles.

No voy a negar que si estaba destruida por que tenía dos semanas de permiso para estar junto a Milo pero todo se arruinó por la dichosa llegada de Alex.

Distintos recuerdos pasaban por mi cabeza y también cosas que iban a suceder, muertes, traición, secuestro. Me detuve para mirar hacia los lados.

La cabeza me iba a explotar, sentí que se me fue el aire y que caí al suelo, no recuerdo más.

( ... )

Abrí mis ojos lentamente, pensé que estaba en Boston pero no era así, estaba en una habitación con una lámpara que me daba en toda la cara.

Pensé que era un hospital pero no, era la enfermería del aeropuerto, una chica alta entro a darme mi último chequeo y de paso llamo a quien me había traído acá.

Por un momento pensé que había sido Milo, pensé que era una situación igual que la del año pasado cuando el me salvó, pero esta vez fue diferente.

A la habitación entro Christian, no entendía que hacía acá pero sí, el me había salvado.

—Cómo estás linda? Me tenias con el padre nuestro en la boca —Decía preocupado.

—Mmm, bien, un poco mareada, pero no es más, muchas gracias Chris, pero Milo no vino o algo así —le abrace como significado de gracias y también le pregunté.

—No, al parecer no, solo estaba yo aquí esperándote —se puso nervioso.

—Gracias Chris —dije bajandome de la cama.

Me dieron unas pastillas para los mareos y salí de allí, Chris llevaba mi maleta, no me agradaba que estuviera aquí, pero a la vez estaba agradecida por lo que hizo.

—Está bien, perdiste el vuelo pero ya todo esta arreglado, compre tus nuevos ticketes y viajas conmigo a Boston —Decía Christian indicando los boletos.

—Heyyy, gracias, que bueno de tu parte —le agradecí.

Como aún no me sentía tan bien, me colgué de gancho al brazo de Christian y recoste mi cabeza mientras íbamos camino al avión.

Estábamos en la tercera fila ubicados, Christian me presto su buzo pero yo me negué, preferí tomar el que le había quitado a Milo, al fin y al cabo era el buzo de mi novio.

El avión despegó rumbo a casa, yo me quedé dormida en el hombro de Christian.

Narra Milo.

Inmediatamente que Lya dijo que se iría, no quería saber de nada ni de nadie.

Le pedí permiso a la mamá de Lya y me bañe lo más rápido que pude, al igual me cambie como a la velocidad de la luz.

Tomé un taxi que iba pasando y por fortuna el taxi que llevaba a Lya estaba doblando la esquina.

Le pedí al taxista que lo siguiera, iba dispuesto a luchar por Lya, hemos pasado las peores y no por un error mio de este tipo iba a echar a la basura todo lo que hemos logrado.

Los dos taxis llegaron al aeropuerto, deje que Lya se bajará para que no se diera cuenta que yo venía, iba a ir a la cafetería a comprar su chocolate favorito para pedirle perdón.

Estaba a punto de salir corriendo hacia donde ella pero la vi cuando cayó al suelo, más ganas me dieron de llegar a donde ella pero un chico ya la estaba llevando hacia la enfermería.

Espere que la entrará para llegar a preguntarle como estaba y encargarme del resto.

—Hola, soy Milo y soy el novio de la chica que acabas de traer a la enfermería, quería agradecerte pero yo me ocupo del resto —dije tratando de entrar a la enfermería.

—No te vengas a dar de amable que bien te conozco Milo Manheim, soy Christian y te digo que es mejor que te alejes o te va a ir peor  —Decía imponente.

Preferí alejarme de él lugar y esperar que Lya saliera para contarle todo.

Cuando la vi salir quería ir a abrazarla pero fue imposible por que ella venía junto a Christian, venían abrazados.

La vida se me fue, me dolía profundamente.

Todo era mi culpa, perdí a Lya.