still here? - meglo

fourteenth.

Vi cómo la estúpida esa se acercaba a nosotros, sí, decidí llamarla así. Tomé más fuerte la mano de Milo para que no me soltará.

Alex quizo saludar a Milo de beso pero para su desgracia estaba yo que interrumpi todo. Me atravesé frente a Milo y la salude de un abrazo.

— Wow, hola belleza, que lindo que la marea te haya traído hasta aquí de casualidad — dije sarcasticamente.

— Mmm, si hola Lya —rodó los ojos.

La música comenzó a sonar más fuerte así que me lleve a Milo de la mano para poder bailar con él, obviamente quería tenerlo lejos a toda costa de Alex.

Bailamos por un largo rato, podía observar a lo lejos como la mirada de Alex estaba en nosotros, si de miradas se pudiera matar yo estaría muerta por que esa chica no retiraba su mirada.

Decidimos detenernos y acercarnos a él mini bar a pedir unas botellas de agua, Milo pidió una bebida con una cantidad mínima de alcohol, obviamente le acepte al igual no iba a afectarle en nada.

Me dieron unas ganas horribles de ir al baño pero no quería dejar solo a Milo, pero al menos tenía que confiar en el, eso sí en quien no confiaba era en Alex, ella estaba esperando cualquier descuido mio. Pedí a Sophie que estuviera al tanto de él y ella acepto.

Salí a buscar un baño y no encontré nada, camine por más o menos unos dos pasillos y aun no asimilaba dónde estaba el baño, me estaba comenzando a desesperar.

Al final de uno de los pasillos vi una luz encendida quise entender que ahí estaría el baño, me acerqué y afirmativamente era ahí, antes de entrar tomé un poco de papel.

Salí de inmediato ya que el lugar era bastante alejado de la facultad. Pero antes de irme me devolví por mi cartera, la había dejado sobre la cisterna del baño.

Saliendo comencé a buscar mi teléfono así que me detuve, sentí unos pasos junto a mi y eso me asustó inmediatamente. Sentí como alguien me tomo de mi cintura, solté un jadeo.

— Pensabas dejarme solo adentro de la facultad con la loca de Alex? —preguntaron tras mio.

Me gire para ver quien era y era mi chico, comencé a reír a carcajadas por lo que me estaba comentando Milo.

— Sufrí al dejarte solo, mínimo esa en algún momento atacaba y te dañaba — golpee su pecho.

Milo me acerco a él y antes de que terminara de hablar me silencio con un beso, de esos besos inesperados que te hacen continuar.

Solté mi cartera al piso y correspondi al beso, Milo me alzó sosteniendo mis muslos mientras mis piernas se enredaban a su cintura, el beso subía la intensidad, yo acariciaba el cabello de Milo.

Llevábamos algunos minutos en esto cuando la luz de una linterna que provenía de lejos nos alumbró profundamente, me baje de Milo y cubrí un poco mis ojos para observar quien alumbraba, era el celador de la facultad, mis mejillas se somrojaron de la vergüenza pero al igual no me encontraba haciendo algo malo.

Cuando comenzamos a salir a través de los pasillos iba tomada de la mano de Milo, el celador apago su estúpida linterna y dejo de alumbrarnos para alejarse del lugar, pude ver que se acercó a una chica para recibir un dinero de parte de ella, era nada mas y menos que Alex quien había enviado al celador.

— Hey, tu amiga la loca nos tiene vigilados — dije indicándole a Alex.

Milo observó y me dio un beso en la frente para que la chica sintiera más rabia, por fin el se estaba dando cuenta de la clase de persona que era Alex y estaba prefiriendo evitarla.

Nos acercamos al parqueadero para ver si Sophie y Henry ya estaban ahí para irnos y así fue, nos estaban esperando, nos subimos al auto.

Mi cansancio estaba al tope, tanto que las caricias de Milo en mi cabello y los sutiles besos que me daba hicieron que quedara dormida en sus piernas.