still here? - meglo

twenty-nineth.

Milo me hacía señas con la mano, solo sonreía, lleve mi mano hacia mi boca para evitar que se oyera mi emoción, tenia grandes ganas de gritar.

Los hombres estaban un poco alejados así que me acerqué a las láminas que separaban a Milo. Logre introducir una mano para juntarla con la de él.

El estiró su mano para entrelazarla con la mía, por mi cuerpo recorrió una emoción imparable, logré acariciar su rostro y estaba un poco demacrado por todo lo que había estado pasando.

Me acerqué y le susurre.

- Prontito saldrás de acá, y si acepto volver contigo - sonreí.

El cerro sus ojos y asintió, luego los volvió a abrir y pude ver el brillo que se formó en ellos.

Desvíe mi mirada y ahí estaba Alex, lastimada, pero pronto los sacaría de allí. Le envié un beso a Milo y salí del lugar.

Los hombres abrieron la camioneta y me ayudaron a subir, nos alejamos del lugar rumbo a mi casa.

No podía ocultar mi felicidad de haberlo visto de nuevo, tanto que una sonrisa se asomaba en mi rostro durante todo el camino.

- Parece que te hizo bien entrar a ese lugar - Dijo el guardaespaldas.

- Mierda, por que no te callas y sigues conduciendo más rápido - rodé los ojos.

Llegamos a casa en veinte minutos, fue más rápido el camino de vuelta, me baje y tome mis cosas para abrir la puerta de casa, Ethan y Lauren estaban en el sofá de la sala.

Me tire hacia ellos gritándoles, no podía mas de la emoción.

- Lo vi, lo vi, ESTA BIEN, MI BEBÉ ESTÁ BIEN - derrame una lágrima de felicidad.

Lauren quedo sorprendida y Ethan solo me miraba, ambos se acercaron a mi para abrazarme fuertemente y hacer que les contará todo. Y así fue.

Narra Milo.

Ver a mi chica emocionada por verme, y verla bien, me hacía un bien para el corazón y más al oír que si quería volver conmigo.

La sonrisa no quería desaparecer de mi rostro a pesar de que hace un rato Lya se haya ido del lugar.

Alex se acercó a mi para volver a pedirme perdón, lo cual yo acepte.

Los hombres trajeron una comida, juntos nos sentamos a comer y comenzamos a hablar de todo lo que pasaba por nuestra cabeza, luego de eso fuimos a dormir.

una semana después.

Narra Lya.

Esta semana sería la semana definitiva, tenia que enfrentar a Christian y hacer que pagará una a una cada cosa que hizo.

Últimamente había estado colaborando a la policía con información acerca del paradero de Milo. Cosa que había dado frutos ya que cinco de sus hombres habían sido capturados.

Narra Milo.

Ya estaba cansado, no podía soportar los maltratos físicos y verbales de Christian hacia Alex, no merecía nada de esto.

Alex había estado planeando robar uno de los celulares para contactar a la policía y eso seria hoy.

- Por favor, por última vez te lo ruego, no lo hagas - le mire.

Ella se negó rotundamente, y se dirigió a cumplir lo que había dicho.

El celular de Christian se encontraba sobre la mesa, los guardias estaban lejos así que nadie le vería.

Sin hacer ningún ruido, Alex se acercó y tomó el teléfono dándose la vuelta. Empezó a marcar el numero de emergencia, todo sin que Christian se percatara.

Al contestar, Alex se encontraba gritando levemente y pude observar como Christian se giraba y se daba cuenta de la situación.

De su cuerpo saco un arma de fuego y sin que Alex se percatara de las señas que yo le hacía para que se protegiera Christian accionó el arma, impactando en el cuerpo de ella, dejándola sin fuerzas ni aliento, solo un pequeño sollozo que libero antes de caer al suelo.

Salí corriendo a auxiliarla pero fue imposible, Christian me golpeó nuevamente y tomó su teléfono dejando a Alex perdiera cada vez más sangre, también, perdiendo su vida y yo aquí sin poder hacer nada, amarrado aquí una silla.

Escuché la ultima frase de Alex, fue un pequeño y suave "no me quiero morir" dejándola sin vida.

Alex falleció a manos de Christian.