•Say You'll Stay• // Why Don't We

27

》Ivy《

Comencé a hiperventilar y me acosté en el sofá rosa pastel de la sala.

-¡¿Cómo que tu mamá viene el viernes?! ¡¿POR QUÉ NO LO DIJISTE ANTES?!.- me gritó Emma alterada.

-Sí nos lo había dicho, pero tú estabas leyendo.- intervino Audrey.

-Perdonen mi ignorancia, pero creo que me perdí de algo.- dijo Christina con voz pasiva.

-Su madre me odia.- explicó Emma apuntándome.

-¿Y a Audrey?.

-No, a mí me ama.- dijo ella haciendo cara angelical.

-¿No podemos cambiar la reunión para el sábado?.- pregunté levantándome del sillón y dirigiéndome hacia Audrey.

-Le preguntaré a ellos, pero no prometo nada.- tecleó algo en su teléfono y se metió a la cocina.

Subí a mi habitación ya terminada y me acosté a escuchar música. Me sentía alterada y me dolía la cabeza.

Este fin de semana iba a ser algo pesado. Cerré mis ojos para concentrarme en la melodía de la canción que estaba escuchando y me quedé dormida.

(...)

Desperté por el rugido que provenía de mi estómago, provocado por el hambre. Bajé las escaleras y al llegar a la sala, lo primero que ví fue la caja de cartón con los boletos adentro. La tomé y la guardé en el cajón donde guardamos los cubiertos en la cocina.
Seguramente ahí no se perderán. Tomé una manzana y ví una nota adhesiva pegada al refrigerador.

"Chris y yo salimos con Corbyn y Dani.
Audrey está en la biblioteca.
~Emma."

Hijas del frijol. Me dejaron sola de nuevo. Aaah. Pero cuando me valla de aquí se arrepentirán.

Subí de nuevoa mi habitación y me tiré a mi cama, encendí el televisor que está justo en frente de mí y mientras cargaba Netflix le mandé un mensaje a Zach.

Zacarías Flores del Campo🌸

Hey, ¿estás ahí?.

Sí, ¿por?.

Es que quería preguntarte
algo 👉👈

¿Qué sucede? 😦

Quería preguntarte si
quisiseras ir al baile de
mi escuela conmigo 😝

Pensé que nunca
me lo pedirías 😌

Humildad ante todo...

Apagué la pantalla de mi celular. Puse mi serie de Netflix mientras hacía mi tarea y esperaba a que las chicas volvieran. También guardé los boletos en un cajón de la cocina donde guardamos los cubiertos, no tendrían por qué perderse ahí ¿o sí?.

(...)

Ya era viernes al mediodía y yo estaba limpiando la casa. Hoy falté a la escuela por que presentía que Audrey y Emma no me ayudarían en nada. Christina sí, ella es un amor y me estaba ayudando a cocinar.

-¿Por que demonios no me ayudan?.- pregunté por milésima vez.

-Más ayuda el que no estorba.- dijo Emma antes de volver la vista a su libro. Sí, el que Daniel le regaló.

-Y no te estorbamos si levantamos los pies para que pases la escoba por debajo.- respondió esta vez Audrey y yo las fulminé con la mirada.

Sonó el timbre y mis ojos casi se salen de sus cuencas. Miré el reloj de pared que tenemos colgado arriba de uno de los sillones. Apenas son las 12:45. Deberían estar aquí hasta la una. Rayos. Me comencé a frustrar.