•Say You'll Stay• // Why Don't We

9

»Daniel«
Regresamos a casa como a la una de la tarde. En una semana era la fiesta de cumpleaños de Zach, así que comenzamos a organizarla un poco mejor, por qué solo teníamos el lugar, y el cumpleañero.

Aprovecharíamos la ocasión para invitar a un señor que contactamos para saber si puede ser nuestro nuevo manager. Teníamos que movernos rápido, nos dimos cuenta de que Josh nos había mentido. Al contrato le queda solo un mes por vencerse y tendremos que apresurarnos para no estar más tiempo atados a esa empresa de quinta.

-¿Pondremos una fuente de chocolate? ¿Verdad?.- dice Zach emocionado.

-Iugh, no.- digo yo asqueado.

-¿Quién es el cumpleañero y por lo tanto jefe?.

-Tú.

-Me alegro de que lo tengas en claro.

-Repasemos la lista de invitados.- dice Jack.

-¿Para qué?.- pregunta confundido Corbyn.

-Me tengo que asegurar de que haya chicas lindas.

-Hablando de chicas lindas, invita a Emma, Audrey e Ivy.- comento yo.

-Estoy en eso, aguanta ¿qué dijiste?.- dijo Zach asombrado.

-¿Dije algo malo?.- demonios.

-Suelta la sopa Seavey, ¿cuál de las tres es?.

-¿A qué te refieres?.- genial, ahora estoy sudando.

-¿Es Emma, cierto?.- pregunta Corbyn subiendo y bajando las cejas.

-Tiene sentido para mí, primero "improvisaste" con el video, y luego fingiste ser su novio en Starbucks.

-Eso fue una broma.- me defiendo.

-Entre broma y broma la verdad se asoma.

-Hablas como un anciano sabiondo, Jonah.

-Está evitando el tema, claro que le gusta.

-No te preocupes. Con nuestra ayuda, esa chica estará a tus pies en menos de lo que piensas.- dijo Jack golpeándome ligeramente el hombro.

-Oh no, no no no. La última vez que ayudaron la chica terminó en el hospital.

Les cuento. Hace aproximadamente nueve meses comencé a salir con una chica llamada Angela, para nuestra primera cita decidí llevarla a un picnic. Todo iba saliendo perfectamente, los chicos estaban a nuestro alrededor (obviamente escondidos) para supervisar que todo saliera de acuerdo a nuestro plan.
Cuando estábamos en el postre una abeja se acercó, y luego otras más. Angela estaba muy nerviosa por qué ella era alérgica a las abejas. Entonces le envíe un texto a Jonah para que se deshiciera de ellas.
Yo me refería a que compraran un helado para que las abejas lo siguieran a él o algo así. Pero en vez de eso el imbécil de Zach cortó el panal de donde estaban saliendo y se fue corriendo como buen marica que es.
Las abejas fueron al picnic y nos picaron por todos lado a Angela y a mí. Ella duró dos semanas internada en el hospital. Ahora esa chica no quiere saber nada de mí.

-Pero esta vez será diferente. Confía en nosotros.

(...)

»Ivy«
Hoy era sábado, ¿tan rápido?. Nunca había pasado una semana tan rápidamente, a menos que sean vacaciones, en ese caso se van volando, pero una semana de escuela pasa más lenta que una tortuga coja. Como sea, hoy es el cumpleaños de Zach y su fiesta empieza en un par de horas.
Extrañamente fuimos invitadas por qué hace una semana que nos conocen, literalmente. Estoy un poco nerviosa, digo, el cumpleañero ya es legal, obviamente va a haber alcohol. ¿Qué demonios voy a hacer en un lugar lleno de personas tomando?. En momentos así detesto cumplir años en diciembre.
Hoy en la mañana salimos a comprarle un regalo a Herron y aproveché para comprarme una cámara instax. Siempre había querido una y estaban a mitad de precio, no es que sean muy caras, pero hay que aprovechar, YOLO.
También recogí mi cámara profesional. Estoy tomándome en serio la posibilidad de ser fotógrafa. Es algo que tengo que decidir ya, pues me quedan tres meses de escuela.

Decidí tomarme un baño, no duré mucho, fueron como diez minutos. Lo suficiente para relajarme un poco y calmar mis nervios. Después me vestí con lo que las chicas eligieron para mí. Según ellas no es muy cool ir a una fiesta de este tipo con Jeans rasgados y Adidas.
Al principio me ofendí, pero luego les di el gusto. No siempre tienen la oportunidad de verme con algo que no sean tenis y sudaderas.
Querían que fuéramos combinadas así que eligieron unos outfits muy brillantes, literal.

Nuestros vestidos eran prácticamente los mismos, pero en diferentes colores. El mío era rojo  y unos tacones tintos. Me alisé el cabello y Emma se encargó de maquillarme un poco por qué soy un asco para eso.

Emma se puso su vestido de color dorado con unas mallas negras y unos tacones del mismo color. Se onduló su cabello y maquilló.

Audrey escogió uno en color azul marino. Se puso unos tacones negros y también se alisó el cabello y maquilló.

La cosa no se veía muy original. La siguiente me iré con lo que yo quiera. Decidido.
Agarramos nuestras cosas más indispensables como las llaves de la casa, celulares y eso y nos subimos al auto de Emma. Nunca vamos en él, por qué preferimos casi siempre caminar. Solo lo usan ellas dos para ir a UCLA. Yo me voy a la escuela en autobús como buena pobretona que soy. En fin, hoy decidimos usarlo por qué la fiesta queda algo lejos y pedir un taxi nos saldría bastante caro.

Duramos media hora de camino y llegamos a una terraza que quedaba en la cima de todo Los Ángeles. Estaba un poco más atrás que el letrero de Hollywood. Estaba atardeciendo así que se veía increíble. Nos tomamos unas cuántas fotos antes de entrar y luego nos pusimos a hacer la fila. Había varias personas adelante de nosotras. Todavía no eran muchas por qué lo bueno empezaba más tarde.