Capítulo 43

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Tu: Espera.

Kellin: ¿Qué ocurre? —preguntó mirándome a los ojos.

Tu: No. No puedo. —le hice a un lado y proseguí a sentarme con la cabeza agachada, él me miró confundido.

Kellin: ¿Andrew tiene que ver con. Esto? —preguntó después de unos segundos en silencio.

Tu: ... No. —mentí.

Kellin: Entonces. —besó uno de mis hombros— Déjame hacerlo.

Tu: Kell no, no quiero. —me puse de pie y salí de la habitación.

Cielos... ¿Qué iba a hacer? —recargué la cabeza sobre la pared y miré a Kellin salir de la habitació.

Kellin: Linda... —lo miré— Perdón amor. Es solo que te amo y me dejé llevar pensando que quizá.

Tu: No te preocupes. —le interrumpí— Todo está bien.

Kellin: Ven. —tomó mis manos— Vamos a dormir.

Asentí. Nos recostamos sobre la cama y comenzamos a charlar en la oscuridad.

Podíamos estar hablando de nuestra niñez o adolescencia, de acontecimientos tristes o felices, de los momentos que jamás se borrarían de nuestras mentes y cinco segundos después ya estábamos bromeando, contando hechos paranormales en los que habíamos vivido o inventándonos historias ridículas para un posible filme.

Ahí fue cuando caí en cuenta que si mi relación con Kellin se hubiese dado en otro momento, que si Kellin hubiese llegado primero a mi vida que Andy; probablemente habría sido muy feliz a su lado.

A la mañana siguiente desperté en brazos de Kellin, al parecer me había refugiado en él por el frío.

Tu: Kellin. —lo moví.

Kellin: Buen día linda. —sonreí mirando sus ojos, él me devolvió el gesto y buscó sus celular entre las sábanas.

Tu: ¿Qué hora es?

Kellin: Las 10:56. —me puse de pie.

Tu: ¿A qué hora regresaremos.

Kellin: ¿Ya te quieres ir?

Tu: Bueno es que. Quiero ver a las chicas.

Kellin: Bien. —respondió luego de unos segundo mirando su celular—Vamos. —sonrió con dulzura.

Salimos de la cabaña camino al auto.

*Con los chicos*

Jake: Buenos días flojos. —alargó al entrar a la sala.

Ashley: —se frotó un ojo.

CC: Jake... ¿No crees que muy temprano para que nos despiertes? —preguntó adormilado.

Jake: ¿Temprano? ¡Son las once de la mañana holgazán!

CC: ¡Por eso! —volvió acomodarse entre la camada de almohadas y sábanas que se había construidos en el piso— Andy cierra las cortinas.

Ashley: ¿Andy está aquí? —se sentó.

Andy: Estoy atrás de ti, idiota. —rió.

Ashley: ¡Hermano! Tráeme algo de comer.

Andy: ¿Crees que soy tu chacha? —le miró.

Ashley sonrió ampliamente sin dejar de mirarlo.

Andy: ¡¡Ahaaa!! —gritó y se paró de golpe.

Los chicos soltaron una carcajada sonora.

—¡Gritaste como niña! —argumentaron.

Andy: ¡A callar!

Un amor inesperado [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora