Capítilo 32

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—¡Demonios! —dijo Ashley—. Jinxx, baja la voz ¿quieres?

—Jinxx, nosotros no... uhm...

—Oigan —cerró la puerta sin quitarnos la mirada de encima. Estaba completamente impresionado—. ¿Ustedes son novios o algo parecido?

—No, no —respondí atropelladamente.

—No, ¿cómo crees? —dijo Ashley.

—Nosotros solo somos... amigos —sonreí apenada.

—Si... —dijo Jinxx nada convencido—. "Amigos" –hizo entrecomillas con los dedos.

—Por favor, no le digas a nadie. ¿Si? –ambos le suplicamos.

Jinxx nos contempló en silencio por unos momentos.
Estaba muy nerviosa.
Sentía como si el mismísimo Carlo Benson me hubiese encontrado besuqueándome con Ashley... el amigo de mi ex novio.

—Lina, ven —Jinxx me tomó por la espalda con sutileza y caminamos a mi vestidor.

No por favor.

—¿Qué pasa? —fingí una sonrisa párvula.

—¿Qué pasa? ¡¿Qué pasa?! Lina, no puedes andar besándote con Ashley. Cielos...

—Pero Jinxx...

—Lina,  ¿te gusta Ashley?

¿Qué?
Rayos.

—Ash es tan... atento y...

—Te pregunté si te gusta.

—No lo sé... —miré el piso.
Estaba muy apenada.

—¿Qué hay de Ben y Andy? —se cruzó de brazos.

—A Andy ni me lo menciones —espeté molesta.

Jinxx arqueó una ceja-

—Bueno, ¿qué hay con Ben?

—Él es muy lindo conmigo —formulé una sonrisa.

—¿Y te gusta?

—Jinxx, basta.

Jinxx miró a Ashley, éste tenía una gran sonrisa, la mirada perdida y se estaba palpando los labios con dos dedos. Regresó su mirada a mi; su gesto era difícil de descifrar, pero sabía que no le parecía correcto.

—Hablaré después con él. Ahora, voy abajo —salimos del vestidor—. Y... ya no se besen –negó con la cabeza junto a una sonrisa incrédula y salió de la habitación.

Tomé una maleta y la puse sobre la cama.
No había nada más que agregar, pero se había formado un silencio muy incómodo entre los dos y necesitaba hacer algo.

—Lina, perdóname —Ashley rompió el silencio—. Me dejé llevar —tomó entre sus manos la blusa que había estado doblando durante los últimos dos minutos, la metió en la maleta y la cerró finalmente.

—No te preocupes Ash, todo está bien –le sonreí y él me devolvió el gesto-

—¿Qué te dijo JInxx?

Sonreí incómoda.

—Me preguntó sobre mis sentimientos... qué siento por ti y por Ben.

Enseguida enrojecí.
¿Cómo pude decírselo así?
Ashley arqueó un ceja, sonrió y me tomó de la cadera.

—¿Qué sientes por mi? —empleó ese tono de voz coqueto.
Sentí como un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza.

—¿Tú que sientes por mi?

Un amor inesperado [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora