Capítulo 6

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—No... De nada estoy hablando. –dijo travieso aún mirándonos por el espejo retrovisor. 
Ambos nos quedamos en silencio total.

¡Demonios Lina! ¿Cómo no sentiste que te estaba tomando la pierna?
Claro, casi golpeas a aquella viejita que te tomó las caderas porque estaba a punto de caerse... lo bueno fue que reaccioné antes de soltar el golpe. Como sea, ¡qué vergüenza! 

—De acuerdo, lo siento —CC rompió el silencio que dominaba el ambiente—, no volveré a interrumpirlos cuando se están toqueteando. –rió en una fuerte carcajada.

—¡CC! –protestamos al unísono.

—No estábamos haciendo nada. —levantó un ceja y nos mostró una sonrisa llena de incredulidad—. Y tampoco somos novios, por si tenías la duda. —hablé antes que CC tuviera tiempo de replicar.

—Pues veremos cuánto tiempo tardan en hacerse novios formales. —regresó la mirada al frente— ¿Saben? —agregó después de unos segundos en silencio— Todos creemos que cuando se escapan por ahí mientras nos reunimos, es porque se van a besar a escondidas.

¿Qué?
Andy y yo soltamos una carcajada sonora y luego CC se nos unió. Observe a Andy, aún con la risa desenfrenada de CC de fondo, y ambos nos sonreímos dulcemente.
De acuerdo. Algo estaba pasando con Andy, no estaba loca. Reconocía que era el mas reservado de los cinco y que solía llevar consigo una pizca de seriedad permanente, sin embargo, no podía pasar por alto las continuas, discretas y no tan discretas miradas, sonrisas y risitas a mi persona que le había descubierto en algunas ocasiones.
Incluso recordaba aquella ocasión en la que Andy estaba sirviendo copas de vino para acompañar la deliciosa lasaña que había preparado por el cumpleaños de Jake y al encontrar mis ojos castaños dejó de poner atención y había derramado una buena parte del vino mas costoso que había llevado Jinxx... de acuerdo, quizás yo lo había distraído un poco o lo había puesto nervioso; no fui en lo absoluto discreta para admirarlo mientras servía aquél vino.
Tras cinco minutos más de tener que reír a causa de la pegajosa y desenfrenada risa de CC, llegamos de vuelta a casa de Jinxx.

—¡Por fin llegan!—Sammi nos recibió en la puerta.

—Oh si, lo sentimos. Es que Andy y Lina se quedaron besándose y los tuve que esperar. —anunció CC con toda la naturalidad del mundo, como si hubiese dicho que el cielo era color azul.

Me sentí avergonzada al sentir la mirada de todos sobre mi. ¡Y ni siquiera era verdad!

—¿¡Que!? ¡No es cierto! –reí nerviosa, CC me miró y rió conmigo.

—De acuerdo, es invento mío. —me envolvió en sus brazos haciendo que mi cara quedara de frente con Andy; me estaba observando con sonrisa ladeada y mirada osada. Sentí como una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo al instante.

—¡Demonios CC! —protestó Ashley con ambas manos en la la cadera e irguiendo el cuello.

—Es algo que suena real. —mencionó Jinxx entre dientes y una gran sonrisa.

—Ya nos habías emocionado. —hablaron todos al mismo tiempo y revueltos.

Andy y yo abrimos los ojos como platos.
Parecía ser que CC no bromeaba en el auto, nuestros amigos realmente nos habían emparejado en sus mentes y les encantaba la idea.

Pronto subí con Salma y Sammi a ponernos ropa más cómoda para pasar la noche.
Mientras visitaba mi casa con CC y Andy de acompañantes, los demás se habían encargado de visitar el supermercado y se habían surtido de suficientes botanas y bebidas para armar lo que ellos llamaban una auténtica celebración por la llegada de Sammi, la esposa de Jinxx.
Había pasado mucho tiempo para conocerlos y saber que les encantaba poner cine de terror y esta noche no era la excepción.
Estaba disfrutando la tabla de quesos que habían armado mientras veía por partes la película; seguía sin ser una gran fanática de este género. Pero lo que siempre resultaba entretenido era que Ashley y CC tenían una gran habilidad para hacerme brincar.

Un amor inesperado [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora