Capítulo 61: Desear algo no cuesta nada

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Retorciéndose de un lado a otro, el monstruo intentaba zafarse de la mordedura girando la columna de un lado a otro. Corrió hasta un muro para golpearse la espalda, la muchacha sin embargo como podía se aferraba intentando hacerlo cambiar de dirección intentando de avenar lo que salía de las perforaciones. Finalmente tomándola de las ropas, consiguió agarrarla y sin pensarlo dos veces la arrojó con fuerza estrellándola contra la pared, acabando con su voluntad de seguir luchando.

El poco de sangre que había logrado drenar del pescuezo de Mako, fue expulsado de su boca conjunto a la suya en la toz del desahogo por el golpe. Se había tapado la boca con la mano esperando poder mantener algo dentro, el sabor nauseabundo a sumidero pegajoso y tacto cálido de su propio flujo le resultaba repugnante. Mei podía sentir la arcada subiéndole la garganta.

— ¡N-no...! Mako... —Cubriéndose con los brazos a medida que la enorme bestia se aproximaba encolerizada, esta tragó todo lo que tenía para poder respirar.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca de ella, flectó el codo llevándolo hacia atrás para poder coger impulso, empuñando la mano. Infló el pecho de aire para gritar, descargó el puño hacia el rostro de la chica.

— ¡¡NOOO!!

Había divisado al monstruo desde lo alto, la bruja había usado su magia arcana para elevarse por los aires, lo buscaba, esperando que la muchacha no le diera batalla suficiente para derribarlo, sería encantador que este acabase con ella de un solo golpe. Pero este no se movía, estaba en la posición agresiva. Interesada, bajó lentamente hasta el tejado más cercano a ver el espectáculo.

—Ya veo, con que esas tenemos pequeña creatura...

Mei se descubrió lentamente, el puño de Mako estaba a solo centímetros de sus ojos temblando. Con un movimiento rápido este sujetó la muñeca del brazo extendido, como si intentara frenarlo. Terminando de bajar ambos brazos, la muchacha vio como este caía en frente de ella de rodillas, como si algo hubiera acabado con su inconciencia.

— ¿Ma-Mako? ¿Eres...? —Hizo una pausa negando con la cabeza, si estaba otra vez en sus cabales es mejor para ella preguntar algo un poco más tosco— ¿Estás bien?

—... —Alzó la vista con lentitud—...Mh.

—Que... Qué alivio... —Miró hacia arriba sonriendo.

Llevándose una mano a la nuca, se sobó el lugar de la mordida. Tratando de desviar su atención a ese detalle, se intentó levantar con cuidado. Cayendo otra vez al piso, Mako le ofreció la mano para ayudarla a ponerse de pie.

—...Quisiera tener más tiempo para explicarte, pero... —Miró hacia la entrada— Debemos irnos de aquí... El doctor... Eso es lo que el doctor esperaría —Dio unos pasos al frente.

El cuerpo le dolía como mil demonios, pero al menos lo peor ya había pasado. Tenía que moverse, llegar a la entrada y encontrarse con el resto de omnicos. El monstruo puso una mano en frente de ella bloqueándole el camino.

—...Espera —Dijo mirando hacia arriba.

Como si fuese una maldición, la silueta de la bruja descendía en frente de ellos como un mal augurio. Ya estaban lo suficientemente adoloridos y gastados para seguir luchando. Mei, asustada agarró con fuerza la bláster con la intención de disparar en cualquier momento. La sonrisa de la bruja preocupaba a ambos, esta apoyó el palo de la escoba en el piso dando unos golpes en la piedra.

—Vaya, vaya... Mei, tienes una gran habilidad después de muerta... Me has causado más problemas de los que crees, cariño —La apuntó con la escoba a modo de bastón— Pero no he venido aquí buscando pelea, por suerte tuya.

Static after death | Meihem Novels (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora