Capítulo 66: Debes persistir no importa qué

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Era como si acabase de aprender a caminar, los pasos del Gólem eran mejor que el anterior al que daba, pareciendo que el piso fuese cada vez más estable para poder avanzar. A diferencia de la impotente altura que podía tener la Reina en comparación a él, como lo era el tamaño de un bebé al de un adulto, estaba capacitado para resolver problemas difíciles y aprender de cada cosa que pudiese comprender y grabar en su memoria de procesamientos. Sonidos, ubicándolos como ambiente y de seres, y estos a su vez ramificados en diversas líneas; imágenes entre peligrosas y amables, discriminando las oportunidades y niveles de peligro en esta. Todos los códigos que había creado estaban cobrando vida en su nuevo compañero. Pensaba en que Snowball podría tener algo que ver, pero si su dron hubiese estado realmente formando parte del sistema del Gólem, le habría contestado siguiera para evitarle preocuparla de más.

— ¿Qué piensas hacer? —Soltó, intentando sonsacarle un poco más de la idea.

Este la observó, alumbrando como una enorme linterna su mano dejando a Mei expuesta aferrada a él. Con la otra mano, usó un dedo para tapar lo que podría ser su boca. El metal estaba entre-abierto como queriendo separar las mandíbulas, pero estas no parecían ser partes móviles. La chica entendió el gesto. Silencio. No era un muy buen orador, pero solo le restaba confiar en su "buen" juicio, además aún poseía una carga más para gastar, lástima que su última carta estaba siendo de batería para el grandote.

Athena estaba demasiado ocupada en lo que luchaba contra todo lo que tenía encima, parte de los escombros se convirtieron en un pasaje infalible hasta su espalda, así que solo necesitarían rodearla. Pero lo peor aún estaba por suceder, el enorme autómata se dirigía con cautela por los costados del muro del cañón destruido, agachándose cada vez que uno de los codos podía propinarle un golpe.

Al mirar hacia arriba, Mei lograba ver como el castillo estaba en noventa grados, como si fuesen espinas clavadas en la espalda, amenazando con caer en cualquier momento sobre ellos.

—...Espero que Mako y el resto estén bien—dijo casi inaudible, no quería llamar la atención, pero las palabras le brotaron solas de la boca como una necesidad de desprenderse de algo pesado.

Percatándose de la preocupación de la muchacha, tapó la mano creando una especie de jaula entre las manos, con la intención de crear un techo que la protegiese. Justo en ese momento, el resto de la torre en donde Mei se hospedaba, se quebró cayendo en picada, la puntiaguda punta que llevaba un banderín con el símbolo del reino apuntaba filosamente hacia ellos.

Rápidamente el Gólem miró arriba para encontrarse con un problema mayor que el silencio. De un salto se tiró al piso lo más lejos posible del área de impacto, teniendo siempre las manos en alto.

La muchacha sintió un pitido en el oído tras el impacto, se había sujetado bastante bien y su compañero podía resolver problemas bastante rápido, estaba satisfecha con el resultado. Habiendo apretado los labios desde adentro con los dientes, esta se había roto la boca por los colmillos y la fuerza con la que cayó le terminó haciéndola probar sangre. Sabiendo que el sonido era su peor enemigo en ese momento, se aguantó el ardor y continuó en silencio. Al mirar arriba un montón de escombros se dirigía como proyectiles a toda la zona de la espalda.

Static after death | Meihem Novels (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora