Capítulo 64: Equipo de antaño

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Ninguno de los dos pudo siquiera aferrarse de un escombro o alguna pared de la habitación, habían sido expulsados por la fuerza del levantamiento del piso luego de que este comenzase a temblar violentamente

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Ninguno de los dos pudo siquiera aferrarse de un escombro o alguna pared de la habitación, habían sido expulsados por la fuerza del levantamiento del piso luego de que este comenzase a temblar violentamente. El balcón expuesto los dejó salir a metros de una mortal caída libre y los propulsores de la armadura de Wilhelm no estaban aún en condiciones de ser reactivados. La espalda del Rey alcanzó a chocar contra algo duro y de metal. Rápidamente este usó la cabeza de su martillo para clavarlo antes de continuar cayendo.

Los pies le habían quedado colgando, mirando hacia el piso para ver el problema que le aguardaba si este se llegase a soltar por casualidad. El cazador no tardó en caer luego del él. Este por suerte, usó su mano mecánica con forma de pinza para sostenerse del brazo del Rey. En un casi suspiro de alivio, subieron para ver de qué se trataba la antinatural forma que el entorno estaba tomando.

—Athena... —Dijo Wilhelm sin pensarlo.

—Debo decir que sabía que tenía un secreto, pero esto es absurdo—se rascó la barbilla por debajo.

—Esto es culpa mía... ¡Balderich él...! —Se detuvo al comenzar a soltar la historia.

— ¿Balderich? ¿A qué te refieres? No tienes nada que ver con esto ¿O sí?

—Fue hace mucho...

Dándole vueltas a su martillo accionó el motor en una de las caras de la cabeza, para enviar una onda de golpe hacia la cara de la autómata y además de tener segundas intenciones de cambiar el tema de la conversación.

Recibiendo una buena bofetada por parte de Wilhelm, la cara de Athena quedó con una abolladura en una esquina de la mandíbula, esta se incorporó para virarse a mirar el causante de su humillación. La gélida luz de sus huecos oculares, alumbraron la posición del Rey y el cazador sobre uno de sus brazos.

— ¡Estamos aquí hojalata inservible! —La provocó el soberano.

— ¿Qué estás haciendo? ¡No podemos contra ella...!

—Vamos a desmontarla miembro a miembro —Agarró el martillo por el mango con ambas manos esperando a la respuesta de la Reina— Ya he destruido un centenar de estas bestias, sé cómo son por dentro, uno más grande no me asusta.

—Has estado muy ocupado entonces.

El cuerpo inerte del monstruo había caído sobre lo que antes fue el establo del reino. Destruyendo lo que quedaba del techo de madera y tejado de arcilla roja, el cuerpo se desplomó de espaldas siendo coloreado por el tinte seco del material y raspones abiertos de su piel verdosa. Athena lo había soltado sin pensarlo siquiera para poder aplastar al dúo que osaba atacarla desde su propio cuerpo como si fuesen pulgas. Levantó la mano con la intención de deshacerse de ellos como lo haría con cualquier insignificante insecto.

Como si significase una señal, ambos se separaron para esperar el impacto por su cuenta.

— ¡Ahora! —Gritó el cazador.

Static after death | Meihem Novels (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora