Capítulo 31: Un intercambio justo

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—Pues... —Junkenstein se apoyó en las rodillas con ambas manos, mirando atentamente la fórmula escrita en las hojas— La fórmula esta perfecta... ¿Pero te has dado cuenta de la temperatura en la que estás?

—Pues sí... Y no tendría que haber problema con el calor —Miró las fórmulas que escribió para comprobarlo— De hecho... En mi cuarto tengo una batería con la misma solución como potenciador.

—Eh... Te refieres a esa máquina que tiene agua adentro ¿Verdad?... —Pasó la mirada en donde solía estar el aparato intentando sonreír, una gota de sudor pasó por su frente. Se detuvo un momento mirando al piso, no podía decirle que ya sabía que es lo que era y la había destruido, miró a Mei y pensó algo más. Debía hacerla cambiar de tema— Veamos, estamos en los inicios del Otoño. Dime, ¿Recuerdas como era el clima aquí?

—Pues sí, hacía calor... Algo muy común la verdad, la estación no cambia tan rápido...

— ¿Entonces? ¿Qué tal el clima por ahí?

—Parece que estuviéramos en pleno verano aún... ¡Oh, no puede ser! —Miró sus hojas revisándolas una a una pasando entre ellas. Con la respiración agitada miró a Junkenstein— El mismo aire está contaminado... ¡Solo tengo que buscar un lugar con menor temperatura y aire puro!

— ¡Excelente ya no me necesitas! —Se cruzó de brazos— Bueno, puedes acabar esta conversación cuando quieras...

—...Usted no... —Se agarró un brazo con la mano y lo miró— ¿No necesita algo?

— ¿Necesitar qué de qué?

—Pues... ¿De mí? —Un ligero rubor asomó por sus mejillas— Para compensarlo...

— ¿L-Lo que sea? —El calor se le subió del cuello a la sien como si una llamarada le hubiera pasado bajo el mentón.

—Claro, soy yo la que lo está molestando con que me ayude, es lo mínimo que podría hacer.

— ¿Sabes la cantidad de posibilidades inmorales a las que me dejas expuesto? ¿Estás segura?

— ¿Por qué inmorales? —Se detuvo a pensar un poco, miraba de un lado a otro hasta que frenó al mirar una gaveta— ¡Estamos hablando de compartir información científica! ¡N-No de hacer cosas sucias...!

—Está bien, está bien. Solo era una broma —Se rascó la nuca sudada desviando la mirada, el rubor se le hacía más nítido cuando la miraba de frente, así que era mejor evitar mirarla de frente— Que carácter tan explosivo el tuyo, ¿Eh? Hehehe...

—... ¿Tiene algo que pedirme sí o no? —Mirándolo con la mayor seriedad posible con las mejillas ruborizadas.

—Pues... —Pasó la lengua por los dientes buscando algo en el techo— ¡Ah!

— ¿Mh? —La reacción del Doctor sorprendió a Mei irguiéndola en la silla.

— ¿Recuerdas que dijiste que necesitabas materiales diferentes para mejorar los autómatas? Bueno, acabo de llegar a la misma conclusión.

—Ouh... Creo que puedo encontrar material de ese tipo aquí, aunque... Eso significa que tengo que robarlo...

— ¿No me vas a decir que no puedes o sí?

— ¡C-Claro que puedo! Pero no es-

—No es correcto —Miró hacia arriba poniendo los ojos en blanco— Te acabo de ayudar con algo, me ofreces tu ayuda ¿Y me la vas a negar por una pequeñez?

—Tiene razón no debo faltar a mi palabra... Ya me las apañaré.

El pomo de la habitación de Mei comenzaba a retorcerse sin poderse abrir. Por suerte, había hecho bien en cerrarla con anticipación. Ella miró hacia la puerta con brusquedad haciendo sobresaltar al Doctor.

Static after death | Meihem Novels (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora