Capítulo 14: Ha llegado el mensaje

259 24 9
                                    

La tuerca llegó al final emitiendo una queja metálica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La tuerca llegó al final emitiendo una queja metálica. Junkenstein le dio un cuarto de vuelta más para estar seguro. Aún no está listo, pero cuando se entere de que está en posesión de uno, no querrá soltarlo. Ella había hecho algo innovador, sería grosero detener sus impulsos climatológicos.

—Ya debe estar por llegar~ Imagina la cara que pondrá cuando vea esta belleza —Tapó el regalo con una manta desempolvada— Se ha tardado todo el día y yo ya terminé... Espero que llegue cuanto antes, quiero saber de qué se trata el sistema de seguridad.

—Agua —Un autómata se ubicó a su lado con una bandeja, sobre esta había una taza de té llenado solo hasta la mitad—.

—Ugh... ¡Hasta el borde...! —Se intentó calmar un poco respirando hondo— Tengo que arreglar el código de nuevo... —Sacó el té y se sentó frente al monitor—.

La puerta se abrió en la imagen del monitor pequeño. Jamison se acercó sin retirar la boca de la taza. Vio como una enorme horda de autómatas entraban sin choques con sus cosas, alrededor de unos nueve omnicos acarreaban un vagón con todo lo más grande, incluyendo plataformas y aparatos grandes bien desmantelados. Escupió el té de la boca para soltar una carcajada y poder hablar.

— ¡Lograron traer todo! —Sonrió— Cada vez se merece más tener este juguete... —Dio unas palmaditas al objeto envuelto—.

La chica bajó con cuidado desde la pila de cachivaches para que los autómatas pudieran desembalar. Con un suspiro volvió a mirar todo. Dejó el quitasol apoyado contra la pared y se encaminó al salón de baile que ahora conectaba con el vestíbulo. Varias de sus cosas estaban acomodadas en lugares bastante convenientes, de seguro el Doctor tenía algo que ver.

Los omnicos estaban de un lado a otro ordenando y aseando el lugar, pudo ver algunos que estaban reparando el borde de las paredes que alguien destruyó. Lo que más le llamó la atención fueron las escaleras que habían sido cambiadas. Eran del mismo material, pero algo estaba diferente con ellas.

Entrando a lo que ahora se había convertido el salón de baile parecía un sueño. Las ventanas dejaban entrar luz suficiente de la luna, los candelabros ahora eran redondas luces suaves que apuntaban hacia el medio del salón. El piso resbaladizo había sido cambiado por baldosa estampada. En el medio se hallaba un enorme estudio donde probablemente iría un monitor, mucho le recordaba a como estaba el laboratorio de Junkenstein, pero ahora con el enorme espacio adquiría un aspecto mucho más estético. Donde se supone estaba un trono para recibir a las visitas estaba ahora el recién acomodado lugar que la revivió. Por donde lo mirara, a Mei no dejaba de encantarle. Era el laboratorio más completo que jamás vio.

— ¿Qué tal tu aventura?

El Doctor estaba detrás de ella tomándola por los hombros. Era la primera vez que la tocaba, pero no sintió asco ni repulsión hacia él, es más, le agradó que lo hiciera. Sintió un pequeño cosquilleo en su interior.

Static after death | Meihem Novels (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora