Marie Antoinette

839 92 59
                                    

Vincent

La alarma de mi celular comenzó a sonar.

Me acerqué al condenado iPhone y aún sin sacarme el antifaz lo apagué.

Me quedé medio muerto en mi cama, cayendo de nuevo en el lindo sueñito...

Comenzó a sonar de nuevo. Me quité el antifaz de un zarpazo.

-¡MH! - gruñí tirándolo al piso.

Que pereza comenzar el día... Pero me hice el ánimo.

Tiempo de mis estirones matutinos...

Ya casi... ya viene...

-¡Mhhhh! ¡AHHHHH! - grité como tiranosaurio.

Ah... mucho mejor.

Espera ¿Qué hora es?

¡AH!

La luz de un millón de soles me llegó a los ojos, sí, me di cuenta de que el brillo estaba al 100%, ajá, gracias...

6:50...

Como de costumbre vi mis redes sociales, Tumblr, Twitter, Snapchat, Instagram...

¡OMG!

Me senté rápido en mi cama. Atónita.

¿Hablas en serio?

En una noche mi foto sólo había tenido 850 likes... ¿Really?

Aplaudí, las cortinas de mi pieza se elevaron automatizadas, dejando entrar la luz a mi santuario, el santuario de la belleza.

Me calcé mis pantuflas peludas de reina y fui al baño de mi habitación.

Estaba indignada... tipo ¿Cómo mierda se les ocurre darme esa cantidad? ¡Ni siquiera llegó a mil! malditos peasants... ¿Qué acaso tendrían cosas más importantes que darle «me gusta» a mi foto? Es tan difi... ¡wow!

Me mire en el espejo.

-Me tengo que afeitar... - alegué por tres delgados bellos que se me asomaban por la mejilla- ¿Y qué le pasa a mi cara? Esos poros... piel de cocodrilo.

Tomé una ducha, me lavé los dientes, sequé con cuidado mi cabello y procedí a realizar mi rutina de belleza de todos los días: una sheet mask, luego un hidratante facial olor a rosas (sí, porque soy una delicada flor), después una crema hight-hydrate repair, un poco (mucho) de base y especialmente corrector en las ojeras por estar chismeando con mi amiga hasta la madrugada, un lápiz del que he estado obsesionado en este último tiempo: un sparkle pencil de Nars, básicamente me lo pongo en el lagrimal, la parte superior del labio y pómulo. Unos golpecitos de rubor en gloss en las mejillas para darle algo de vida a este lienzo traslúcido que se hace llamar piel, y luego todo el trabajo de elección de labial y sobras de ojos que me da pereeeza de relatar ¡PERO!, lo importante es que no quede perra amiga, quede perrísima.

 Unos golpecitos de rubor en gloss en las mejillas para darle algo de vida a este lienzo traslúcido que se hace llamar piel, y luego todo el trabajo de elección de labial y sobras de ojos que me da pereeeza de relatar ¡PERO!, lo importante es que ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Vincent y Argel | (VERS. ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora