El Gran Varón

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Vincent

Volví a la habitación con mi teléfono colgándome sin fuerza de mi mano, estaba en shook.

-¿Y? ¿Quién era?

No podía.

-Hey.

No podía... hablar, ni respirar.

-Oye, Vin.

Padre santo... ¿era una broma?

-¿Estás escuchándome?

P...p...por Di...

-Vin te ves mal con esa ropa.

-¡¡¿QUÉ?!!

-Por fin respondes mierda...- dijo Ar echado en mi cama, tenía los brazos perezosamente cruzados al frente con la cabeza, apenas dejándose ver entre ellos – ¿y? ¿quién era?

-He... otro trabajo - dije ido antes de salir de mi sorpresa y textear a la velocidad de la luz en mi teléfono.

-¿Y la siesta?

-No puedo ahora, tómala tú por mientras si quieres – me acerqué rápido el teléfono al oído.

-¿Va a venir Dani? – preguntó acertando.

Al poco tiempo, la negra llegó.

-NO TE LO CREO – abriendo mi puerta de par en par entró.

Ar despertó de un salto.

-PERRA CRÉETELO - grité.

-¡NOOOO!

-¿Qué mierda...? – preguntó Ar desde la ultratumba.

-A Vin le ofrecieron empleo en la DragCon – le explicó Dani, Ar puso los ojos en el cielo y se echó de nuevo.

Conversamos un poco (a gritos) (Argel se puso un cojín en la cabeza), antes de que mi cosquilleo interno y mi bula de sentimientos se desatara, dije:

-Siento que mis shows se me están haciendo muy monótonos, aburridos... olvidables, quiero variar, me gustaría... no, quiero, y voy a hacer algo distinto - mi corazón se aceleró, mis mejillas se encendieron.

Dani me miraba atenta.

-Aprovechando la instancia... se me ocurrió la idea de... - tragué saliva – bueno... ponerme en sintonía con el evento y...

-¡OH por dios! – dijo atónita ella tapándoselos la boca, ya sabiendo a lo que iba.

-...Y vestirme de mujer – completé.

Argel levantó la cabeza al oírme decir eso.

-ME ESTAS JODIENDO ¡PERRA! – se puso de pie y me abrazó, casi lloró como si fuera mi madre en graduación de curso – si aún recuerdo cuando tenías miedo de agarrar tu primer labial... ¡QUÉ ORGULLO! <3

-Claro, si eres como mi Drag mother.

Me empujó, reí, pero ni haberla tratado de travesti podría parar su euforia.

Mientras me hablaba, sentía como una mole de sentimientos pasaba por mi cuerpo, anulándome completo. Quería alegrarme, quería dejarme consumir por la ansiedad y el nerviosismo que esta idea me producía, sin embargo, sólo miré a Argel, expectante.

Me observaba con aquellos ojos entrecerrados por el sueño.

-¿Es en serio? – me dijo con esa sexy voz somnolienta que tiene.

Asentí.

Hizo con los hombros un gesto de poca cosa y se volvió a enterrar vivo en mi cama.

-Neh, se veía venir... – dijo. Al escucharlo Dani rió.

Vincent y Argel | (VERS. ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora