Quién

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Para ese pianista que no conozco.

¿Quién es el que hace cantar el piano al anochecer? El que con sus alegres melodías mejora mis tardes. ¿Quién es ese al que escucho tocar? El que con sus escalas pentatónicas aleja mi soledad, el que me hace compañía desde lejos, el que llena mis días de inspiración. ¿Será el de los ojos azules? O, ¿el de sonrisa brillante? Sus notas musicales tocan mi ventana y dejo atrás la monotonía de la rutina, no puedo olvidar la magia en sus interpretaciones. ¿Quién es ese que no me deja sola de noche? Quien sin conocerme, no me abandona cuando todas las luces se han apagado, ese que sólo conozco mediante la música, ese cuyo rostro no puedo ver.

Ingenioso e impresionante. Siempre recogiendo mis lágrimas con el trinar del piano, Va en crescendo su sonido cuando toca las teclas iluminado por la luz de las estrellas, sus dedos golpetean como el granizo cayendo en la ventana en medio del crepúsculo. La clave de SOL no logra definir todo lo que escucho cuando las teclas suben y bajan creando una atmósfera de paz. Dócil y suave. Siempre pienso en quién puede ser el que siempre me hace sonreír con sus ingeniosas técnicas, el único que ha logrado hacerme tararear mientras me pierdo en el pentagrama. Vehemente y apasionado. No dejo de preguntarme acerca del dueño de ese piano que acaricia mis oídos, las notas que llevo dentro de mi mente y la dulce melodía que guardo en el más profundo rincón de mi corazón.

Trinos de atardecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora