Trinos de atardecer

5:00 a.m.

A las 5:00 a.m. el planeta calla un secreto. Es de mañana pero no ha salido el sol y tomará algún tiempo antes de que se caliente la superficie terrestre de nuevo. Aún queda rastro de oscuridad y su reloj se prepara para anunciar la hora de levantada. Son las 4:59 a.m. pero él ya se ha levantado, ha hecho café y ha ordenado su maleta para el día, tratando de no despertar a su mujer. Practicó el discurso que tendrá que dar ante la junta sobre los crecimientos económicos del año y una manera para mejorar los ingresos. Se subió en su carro plateado y manejó hasta el trabajo. Fue ascendido de puesto y ahora lidera una de las ramas de la compañía.

Mientras el planeta aún no revela su tan preciado secreto, ella tomó un taxi. Presentó su tesis y se graduó con honores, obteniendo el título de química. Descubrió elementos nuevos para la tabla periódica y llegó hasta donde ningún científico se había atrevido a ir. Fue contratada rápidamente en una prestigiosa compañía de fármacos y allí conoció a un caballeroso hombre, con quien no pudo estar nunca pero de quien se enamoró al instante.

Los relojes sonaron, al fin las cinco de la mañana. Los dos se levantaron. Él se dio cuenta de que había olvidado el papel con el discurso en su oficina, lo buscó desesperadamente pero no consiguió encontrarlo por ningún lugar del apartamento. Ella se incorporaba, se había quedado dormida sobre la mesa. Se da cuenta de que no ha terminado el documento con su tesis. Los dos se sobresaltan, apagan sus alarmas agitados y tratan de buscar una solución a sus problemas. Ella va en el taxi cuando éste frena abruptamente, se da cuenta de que es por la obstrucción de un carro plateado cerca del semáforo y el tráfico que hay cerca de la avenida. Ninguno de los dos llegará a tiempo.

No saben el secreto que guarda el planeta entre las difusas estrellas y el refrescante rocío. Sin saberlo, desperdician oportunidades de descubrirlo. Un secreto que empieza cada mañana a las cinco, que ni la lluvia ni el sol podrán llevarse. Es una hora curiosa, nadie ha logrado develar lo que esconde. Todos los días y sin saberlo, las personas lo intentan. Pocas lo logran. Son las 4:59 a.m. y los dos ya están despiertos, tienen todo listo para el día y un futuro planeado. La alarma suena pero no hay nadie ahí para escucharla. Muy tarde o muy temprano existe un secreto levantándose por la mañana. Que el sería un exitoso empresario o ella una excelente química. Que ellos dos se conocerían o no. Todos los días empieza un nuevo secreto. Son las 5:00 a.m.