Cute Yoonie 태기 TaeGi •

4.

— Yoongi. —tomó su hombro para hacerle girar y observarlo, pero el menor golpeó su mano de inmediato.

— No me toques. —advirtió molesto.

— ¿Seguirás evitándome? Tenemos que habla-

— No quiero hablar contigo. —le interrumpió.— No me conoces, olvídame y déjame en paz. —trató de irse, pero de nuevo Taehyung tomó su brazo.

— ¡No me toques! —le empujó.

— Vamos a hablar. —dijo con real molestia ésta vez; Yoongi le había empujado, pero él no iba a golpearle, no había ido para eso.— Vas a sentarte y vas a hablar conmigo. —sujetó su brazos con fuerza y le hizo sentarse en la mesa más cercana de la biblioteca.

— Déjame ir. —susurró, bajando su cabeza. Se sentía indefenso frente a ese chico, tan confiado, la gente así le incomodaba.

— No. —dejó de presionar sus brazos para acariciarlos ahora. Yoongi sentía que la respiración le faltaba, no podía con tanto contacto. Taehyung trató de calmarse un poco.— ¿Qué hice mal? —Yoongi movió sus brazos bruscamente para que le soltara.

— Nada.

— Entonces, ¿por qué me evitas?

— No te evito.

— Si lo haces. —trataba de tocarle, pero el menor le golpeaba.— ¡Deja de hacer eso! —gritó desesperado, Yoongi seguía mirando hacia abajo, se sentía cohibido.

— Quiero irme.

— No hasta que me digas qué pasó. —esperó un poco, pero no hubo respuesta.— Yoongi... —se inclinó para mirar su rostro y el pánico le invadió de nuevo, de la misma forma en que lo hizo hace una semana, en lo que se supone era su cita.— Por Dios, no llores... —su corazón se sintió oprimido, ¿él le había hecho llorar?¿Fué demasiado brusco?— Pequeño... —susurró, no podía seguirlo guardando y se sorprendió el ver una apenas notoria sonrisa en el menor, una sonrisa melancólica.

— Pequeño. —repitió.

— Sí, pequeño Yoonie. —el menor sonrió, aún con las lágrimas deslizando por su rostro.— ¿Está bien si te llamo así? —Yoongi asintió.

— Pequeño... Yoonie. —levantó su rostro y le sonrió, usando las mangas de su sudadera para limpiar sus lágrimas. Taehyung no podía entenderlo, ¿ahora estaba feliz? Esos apodos debían tener su propia historia y no sabía si realmente sería correcto usarlos, ¿eso haría feliz a Yoongi?

— Pequeño... —habló bajo, el menor volvió a sonreír en grande. ¿Qué pasaba con él? Las dudas llenaban su cabeza y estaban a punto de hacerle explotar, quería poder entenderlo.— ¿Estás bien?

— Sí. —contestó de inmediato, mas su mirada lucía perdida, como si estuviese pensando en otra cosa y no le prestara atención a él.

— ¿Quieres salir otra vez, Yoonie? —se acercó, y se sorprendió al notar que ésta vez el menor no le alejó.

— Claro. —respondió contento.— ¿Cuándo?

— ¿Hoy? —Yoongi asintió, sus ojos seguían rojizos por el reciente llanto.— ¿A la misma hora?

— Si puedes... está bien. —Tae asintió, Yoongi extendió sus brazos hacia él.— Tengo frío. —susurró.

— ¿Frío?

— Sí. —sus manos seguían en la misma posición.— Abrázame. —pidió, su mirada ausente, su sonrisa, se veía extraño, Taehyung no podía descifrar qué era lo que sentía. ¿Al menos sabía que era él?