13.

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— Ngh... —gimió suavemente, un apenas notorio sonido que causó tanta satisfacción en Taehyung, algo tan simple pero suficiente para hacer al mayor desear llevar aquello más lejos.

— Ven aquí, Yoonie. —dejó el beso únicamente para acomodarse bien en el sofá, palmeando su regazo. Le gustaba el contacto del momento, quería lograr obtener algo más, quería lograr al menos resolver su erección y la de Yoongi. Con eso era suficiente, por ahora.

El menor dudó un poco, estando en sus cinco sentidos, definitivamente no lo haría, pero ahora su cuerpo parecía mandarse solo, la razón estaba apagada, se estaba guiando únicamente por aquella atracción que sentía su cuerpo hacia el de Tae. Necesitaba estar más cerca.

Se sentó en las piernas del castaño y acarició su cuello lentamente, acercándose luego para volver a besarlo, sintiendo esa fuerte necesidad de quitarse su ropa, tenía tanto calor, no entendía cómo eso era posible, nunca se había sentido así.

Taehyung rodeó su cintura, ambos respiraban agitados y sus bocas no parecían querer separarse, permanecían juntos, disfrutando de tan asombroso contacto.

Sus lenguas jugaban con suavidad y una ligera sonrisa se notaba en ambos, sus manos acariciaban al otro y sus pechos subían y bajaban con brusquedad, el aire les faltaba.

— Yoonie. —susurró entre el beso, sus labios tocándose levemente.

— ¿Hm? —había cierto tono de queja en aquel sonido, no quería dejar el beso.

— ¿Tienes calor? —preguntó solo para asegurarse de que ambos sentían lo mismo.

— Sí. —dirigió sus manos a su frente.— Sudor. —habló apenado, el ambiente parecía arder, su cuerpo se sentía raro.

— También yo. —tomó su camisa para sacarla, dejando ver su pecho.— Hazlo, pequeño, estarás más cómodo.

— No.

— Sí. —rió, tomando luego la sudadera de Yoongi para levantarla, el rostro tan rojito del menor le encantaba, era lo más tierno que había llegado a ver.

— Uh. —cubrió sus ojos con sus manitas y esperó a que Tae levantara su sudadera por completo, le apenaba que lo viera, pero no había podido negarse al pensar en que el sudor comenzaría a pegarse a su ropa.

— Levanta tus manitas, Yoonie. —el chico obedeció y el pánico comenzó a llenarle cuando sintió el frío golpear contra su torso desnudo. Cruzó sus brazos alterado, tratando de cubrirse. Taehyung tomó sus brazos para alejarlos y poder observar el pecho del menor, más cortes, muchos cortes que, a pesar de darle un toque oscuro al cuerpo del menor, por alguna razón, le gustaban. No estaba tan delgado como antes, parecía estar mejorando y eso le agradaba.— Me gustas tanto, pequeño. Puedes tocarme si quieres. —el menor asintió, Taehyung enarcó una ceja.— Se supone que digas lo mismo.

— ¿Tocar?

— Sí, ya sabes... aquí... —deslizó sus manos por el pecho del chico, quien las tomó para tratar de detenerlo.— Aquí... —las llevó ahora a sus muslos.— Y aquí. —Yoongi dió un salto al sentirlas posarse en su entrepierna y las presionó con fuerza.

— No... —respondió, había sonado como un leve gemido y eso le prendía tanto a Taehyung.

— ¿No? —frotó su mano contra el miembro del chico, éste cerró sus ojos y su cuerpo se tensó, tan sensible.— Quita tus manos, Yoonie. —el menor asintió y soltó las manos de Tae, apoyándolas en sus hombros.

El mayor tomó el borde de su propio pantalón y lo bajó un poco, liberando por fin su erección. Yoongi trataba a toda cosa de no mirar abajo, tan solo había logrado ver lo que hacía de reojo.

Taehyung tomó ahora el pantalón junto a la ropa interior de su novio, bajándolos lo suficiente para poder ver su miembro.

Yoongi intentó mover sus manos para cubrirse, con la vergüenza llenándole, pero se sintió incapaz cuando una de las manos de Tae rodeó su pene y comenzó masturbarle, mientras con la otra se tocaba a sí mismo.

— No te muevas, pequeño. —pidió, Yoongi volvió a apoyar sus manos en los hombros del mayor y respiró profundo.

Taehyung atacó su cuello, lamiendo y besando mientras sus manos bombeaban los miembros de ambos. Yoongi no podía pensar, lo único de lo que tenía conciencia, era de las olas de placer que surgían en su pene y recorrían su cuerpo entero, el calor aún más fuerte que antes, los labios y lengua de Tae jugando con su virgen piel y, finalmente, los obscenos sonidos que escapaban de su boca sin permiso.

No terminaba de comprender lo que estaba pasando, el chico nunca había hecho algo como eso, tan solo sabía que le gustaba.

— Mm. —gimió, arqueando su espalda y sintiendo su miembro liberarse, el placer desbordar de una forma deliciosa.

Y la sola escena, los leves espasmos en el cuerpo del menor, sus sonidos y movimientos, hicieron a Tae lograr también su propio orgasmo, así que, con sus labios succionando la piel de Yoongi, permitió que su semen fuera expulsado, dejando salir un grave gemido que causó escalofríos en el chico sobre él.

Sus respiración disminuyeron su velocidad, sus cuerpos buscaban más, pero debían irse, ya habían tardado demasiado.

Taehyung levantó su mirada para sonreírle al menor, quien le respondió bastante apenado. Buscó algo de papel higiénico en sus bolsillos y lo usó para limpiar el semen en sus cuerpos, tirándolo hacia cualquier lugar de la cabaña.

Subió su propio pantalón y Yoongi hizo lo mismo levantándose luego del regazo de su novio para sentarse en el sofá, tomando su sudadera para ponérsela.

Tae también terminó de vestirse y se levantó, apagando las lámparas y tomando la mano de Yoongi, para salir juntos de aquel lugar.

El pelinegro permaneció quieto junto a la puerta, afuera, sin ser capaz de dejar de pensar en lo que habían hecho, no podía creer que aquello realmente pasó.

Taehyung terminó de cerrar todos los candados y volvió a tomar la mano del chico, acercándose a él para besarle.

— Lindo, lindo Yoonie. —susurró, dejando un casto beso más en sus labios.— Gracias por eso, pequeño. —besó ahora su mejilla.

Yoongi no fue capaz de responder.

[ ♥ ]

Caminaron juntos hasta el lugar donde dejaron las camionetas el primer día, encontrándose con el resto de los chicos, ya acomodados en cada vehículo.

— Tardaron mucho, ya solo los esperábamos a ustedes. —comentó Namjoon, encendiendo la camioneta mientras el par de recién llegados se acomodaban en el asiento trasero.

— Perdimos noción del tiempo, de verdad, lo siento. —se excusó.

— Sí, ya no importa. —comenzó a conducir.— Jimin está en la otra camioneta, Yoongi. —el mencionado asintió, recargándose luego en Tae para dormir un poco.

Jimin.

Quería poder abrazarle y contarle lo que acababa de hacer con su novio, necesitaba algún consejo, estaba tan alterado.

Era su novio, lo que habían hecho era normal, ¿cierto? Le había gustado y eso era lo único importante.

Pero, por qué aún así, ¿sentía esas inmensas ganas de llorar?

[ ♥ ]

Nota: Estoy muerta, AAAAHH.

-corre-

Cute Yoonie 태기 TaeGi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora