Cute Yoonie 태기 TaeGi •

28.

— Yoonie odia el agua. —dijo molesto, no iba a salir de la cabaña.

— Vamos, pequeño. Tan solo acompáñame, ¿sí?

— Eso dijiste la otra vez y terminaste tirándome.

— ¡Ahora es enserio! —se dejó caer junto a él.— Vamos, ¿por qué no? —le abrazo, pero el otro no cambiaba su expresión de molestia.

— No me gusta.

— ¿Por qué?

— Duele.

— ¿Duele?

— Sí. —se recostó, escapando de los brazos de Tae y cerrando sus ojos.

— ¿Quieres contarme? —lo había visto así antes, no era simple miedo al agua, tenía una razón más para escuchar sobre su pasado. Siempre escucharía lo que tuviese que decir.

— Mis-mis... papás. —su voz comenzó a romperse y las lágrimas no tardaron en salir. Cubrió su rostro con la intención de alejarlas, pero no se detenían.— Su auto salió de la carretera en una curva, yo también estaba ahí. —Taehyung también se acostó y acarició suavemente su estómago, esperando a que continuase.— La caída no fué grave, pero había un lago bastante cerca y el auto... cayó. No estaba tan lejos de la orilla, yo fuí el único que no tenía el cinturón de seguridad puesto y salí antes de que se hundiera pero... pero mis papás no. Se ahogaron y-y yo ni siquiera sabía nadar, ni siquiera pude regresar para salvarlos. —estaba llorando y su voz temblaba, Taehyung odiaba verle tan destrozado, quería realmente hacerle feliz.

— No había nada que pudieras hacer y está bien que mínimo tú te hayas salvado, pequeño. —hablaba con suavidad, prestando atención a su rostro cubierto por sus manos. La fuerza con que lo cubría había disminuido.— Es algo que ya pasó y a lo que no podemos regresar. Lo mejor que puedes hacer ahora es superarlo, no puedes vivir evitando tus recuerdos.

— No puedo.

— Yoonie... —tomó sus brazos para hacerle sentarse y le abrazó, acariciando su cabello.— Estoy contigo, estaremos bien, lo sabes. —besó su frente, antes de levantarse extendiendo una de sus manos.— Vamos, confía en mí. —Yoongi pasó sus manos por sus ojos una vez más, que ya debían estar rojos por el llanto.

Levantó su mirada, observando al mayor de una forma tan dulce, lucía adorable y de nuevo el corazón de Taehyung se aceleraba, le gustaba tanto verle siendo así de lindo. Tomó su mano y se levantó, ahora sí dispuesto a seguirle.

Confiaba en él de una forma inimaginable, sentía que él era la fuente de su bienestar, sentía que lo necesitaba para lograr salir de los tantos agujeros en los que estaba metido.

Las ganas de llorar regresaban conforme caminaba hacia el río, pero tan solo hacía falta pensar en que iba a estar junto a Taehyung para reprimirlas, aunque tenía miedo, sabía que nada malo iba a pasar.

Su mirada se mantenía fija en aquel cuerpo de agua. Le recordaba los gritos ahogados de sus padres, la lentitud con que el auto se hundía y la sensación que tuvo aquella vez, mientras observaba esa perturbadora escena.

Aunque también era agua, no era el río lo que más le aterraba, sino que lo que realmente le hacía sentir ese intenso miedo desesperante, era el lago en donde el río desenboca. Taehyung había entendido esto, la pequeña escena de hace meses, cuando le llevó a conocer aquel lago, regresaba a su mente. Y es que ahora entendía el porqué de aquella actitud de parte de Yoongi. Ambos se habían gritado, esa vez le había lastimado, pero el menor seguía ahí, junto a él, sin darle importancia a sus estúpidos arranques de violencia.