5.

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— Dijiste que no irías con nosotros. —comentó Seokjin al ver a su hermano saliendo de su habitación, arreglado.

— No, saldré con Yoongi. —el mayor levantó su celular frente a su rostro y le mostró la hora.

— ¿Enserio, Tae?¿Otra vez?

— Sí, le gusta salir de noche. —sonrió.— Me voy, te llamaré más tarde.

— Claro. —el menor salió.

Hubiera querido detenerle, no le parecía correcto que se vieran tan tarde, pero Tae era ya consciente de sus actos, sabe lo que hace y afrontará las consecuencias, había que dejarle decidir. Si quería salir casi a media noche con un chico que le gusta, bueno, no iba a detenerle.

Taehyung se acercaba a paso rápido en cuanto visualizó al menor, sentado en el suelo, fuera de su casa.

Lo visitaba casi todos los días y siempre le veía de la misma manera. Simplemente iban a cualquier lugar y se sentaban juntos, Yoongi siempre quería abrazarle, y él no se lo negaba.

— Hola, Yoonie. —habló bajo, inclinándose para estar a su altura.

— Taehyung... —levantó su vista, estaba llorando, de nuevo. Tae limpió lentamente sus lágrimas con sus pulgares, Yoongi le miraba fijamente, paseando sus ojos por el rostro de ese chico.

No tenía imperfecciones, sus ojos eran lindos, sus labios también, las venas de su cuello eran notorias, vaya.

Tae se quedó quieto al sentir al menor acercarse y abrazarle, cobijarse con su cuerpo, escondiendo su cabeza en su hombro.

Le abrazó también, levantándose junto a él para poder tomarlo mejor. Yoongi disfrutaba del perfume de Tae, le gustaba ese olor.

— ¿Quieres entrar a mi casa? —preguntó, parecía estar a punto de llover.

— ¿Tus padres no van a molestarse? —se alejó un poco para mirar al menor. Yoongi estaba pensando.

— No, están dormidos. —sonrió suavemente.— Vamos. —dejó el abrazo y tomó la mano del mayor.

Tae le acompañó, parecía estar calmado, quizá pudiese obtener información de él ésta vez. Llámenle como quieran, pero de verdad quería saber qué era lo que afectaba a Yoongi de esa forma. Quizá podría ayudarle.

Quería poder ayudarle.

— ¿Quieres sentarte? —le invitó, guiándolo, pues todo estaba oscuro y era imposible distinguir las cosas ahí dentro.

— Claro. —se sentó cuando sintió un jalón en la mano que sostenía la de Yoongi, éste se había sentado primero.— ¿No prenderás las luces? —el menor se quedó callado unos segundos, no le gustaba la luz y no le era necesario ver dentro de su casa, la conocía a la perfección, pero entendía que para otros no fuera lo mismo.

Soltó la mano de Tae para levantarse y buscar el interruptor, cerrando brevemente sus ojos ante el repentino brillo.

Regresó al sofá y se sentó, pensando. Esperó un poco, para luego acercarse más a Tae y recargarse en su pecho, esperando a que éste le abrazara. Y así pasó.

No le gustaba esa clase de contacto, demasiados recuerdos llegaban a su mente, todo aquello que llevaba años atormentándole volvía a azotarle, los flashbacks no le permitían distinguir la realidad y creía que eso podría alejar a los demás de él.

Sabía que estaba mal, pero trataba de ocultarlo, pues no quería que quienes le agradaban le dejasen. Por eso no dejaba que Jimin se le acercara tanto, si en ese momento pasaba algo y comenzaba a comportarse como un loco, Jimin le dejaría, y no quería eso. Jimin le agradaba.

A Taehyung no le conocía mucho y, a final de cuentas, ya le había visto tener un ataque antes, así que se podía dar la libertad de abrazarle y disfrutar por un momento de la calidez que tanta falta le hacía. Necesitaba tener contacto con otras personas, necesitaba poder sentir el calor de los demás, pero no podía acercarse tanto si eso significaba perderlos.

Tae seguía yendo a visitarle a pesar de que había logrado ver un poco de la inestabilidad que tenía, seguía aceptando salir a horas tan tardías y seguía yendo a la biblioteca para acompañarle. Eso era lindo, que tuviese esa constancia aunque ya conocía un poco lo difícil que era tratar con Yoongi, lo raro que solía comportarse. Le estaba entendiendo poco a poco.

— ¿Ahora sí quieres contarme algo, pequeño? —el pelinegro seguía apoyado en su pecho, con sus brazos rodeando la cintura del mayor.

— Algo de... ¿qué?

— Tu vida. Sabes a qué me refiero. —acariciaba suavemente la espalda de Yoongi, éste cerró sus ojos. ¿Debería confiar en él?

— ¿Te gusto? —Taehyung se sonrojó al escuchar aquello, no se lo esperaba.

— ¿No-no vas a contestarme?

— Primero contesta tú eso, ¿te gusto?

"—Él me gusta, pero tengo miedo de lo que digan mis padres cuando les diga que me gusta un hombre.

—Yo voy a apoyarte siempre, voy a ayudarte si es que ellos se molestan cuando se los digas."

— Sí. —hablaba en voz baja, la casa estaba tranquila, quizá demasiado.

— ¿Qué te gusta de mí? —confiar en él significaría contarle su vida, significaría que una vez lo supiese todo, no le dejaría alejarse.

— Uh... —se sonrojó aún más que antes.— Bueno, todo. Es decir... —¿por qué le era más fácil decirlo cuando Yoongi no le escuchaba? Cerró sus ojos, y se concentró en describir lo que sentía, tratando de ignorar que el mismo Yoongi le estaba escuchando.— Tu piel es linda, tu cabello contrasta demasiado bien con tu piel, tus labios me parecen adorables y tus expresiones son demasiado tiernas. —sonrió.— Eres tierno, quiero protegerte. Quiero poder ser quien cuide y esté siempre junto a tí. —abrió sus ojos finalmente, notando la mirada del menor sobre él, su sonrisa era enorme y eso le gustaba tanto como le apenaba.

— ¿Cómo puedes ser tan lindo? —susurró.— Creo que también me gustas en el sentido de que eres guapo, pero no te conozco aún. Si te cuento de mí, ¿también me hablarás de tí? —sabía que quizá luego se arrepentiría por lo que estaba haciendo, pero ¿qué más dá? Taehyung era quien había insistido, él simplemente le estaba dando el gusto.

— Si eso quieres, entonces sí. —Yoongi le sonrió.— ¿Vas a contarme?

— Sí. —se levantó, extendiendo su mano al mayor.— ¿Vamos a mi cama? Es una larga historia, será más cómodo. —el mayor tomó su mano y se levantó también.

— Sí, eso creo. —y ambos caminaron juntos hacia la habitación del menor.

Yoongi no dejaba su sonrisa, ¿Tae iba a escucharle? Estaba cansado de guardarlo todo, le haría bien decirlo de una vez por todas.

Aunque claro, Taehyung había pedido saber las cosas que le hacían sentirse triste, pero no las cosas que hacía para desahogarse, ¿cierto? Entonces podía contarle, podía darle información acerca de todo lo que sufrió, sería un pequeño indefenso ante sus ojos, pero no le contaría lo que él había hecho también.

Le contaría las veces que fué víctima, pero no cuando fué él el malo.


[ ♥ ]

Nota: Las partes así y en el centro, son flashbacks.

Maldita escuela me tiene reocupada, ays. Estoy todo el día queriendo escribir, but mis compañeros son metiches y me ven el celular xdd

Ahora sí, gusbais. -corre-

Cute Yoonie 태기 TaeGi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora