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∆ Crueldad animal. Pueden saltar esta parte.
...

— Ayúdame, tengo miedo. —pidió, sosteniendo la bolsa de alimento para perro en sus manos.

— Hazlo tú, es tu perro.

— ¡Yo no lo pedí! —gritó molesto. No quería entrar solo a la cabaña y Taehyung se negaba a acompañarle.

— Es tuyo. —se recargó en un árbol.— Tómate tu tiempo, voy a esperarte. —sonrió. Le parecía adorable ver la expresión de enojo en el rostro de Yoongi.

— Mal novio. —susurró, alejándose para entrar a la cabaña.

Se detuvo apenas a un par de pasos de la entrada, mirando fijamente al animal. Lucía bastante delgado, sus ojos estaban abiertos pero permanecía recostado en el suelo. Metió la mano a su pequeña bolsa y se agachó, arrojándole un par de croquetas desde su lugar.

El perro se acercó débilmente para olfatearlas, tomandolas luego con su boca, ante la mirada atenta de Yoongi. Se veía vulnerable, y ciertamente eso era lo que hacía a el chico sentirse más confiado, pues no podría atacarle en esa condición, ¿cierto?

Se acercó lentamente, avanzando paso a paso a la vez que seguía arrojando alimento, mientras una pequeña sonrisa se formaba de a poco en sus labios.

— Hola, hola. —susurró.

Su sonrisa se completó una vez estuvo frente a él. Tiró más alimento, aprovechando mientras el perro comía para acercar su mano, ansiando acariciarlo. Su pelaje le gustaba; era un perro bonito, aunque aterrador.

Tocó apenas la cabeza de este cuando comenzó a gruñir, haciendo a Yoongi alejarse asustado. Acercó su brazo para tomar la bolsa de la comida, ya no iba a darle nada, estaba molesto con él.

Comenzó a caminar hacia la salida cuando las cadenas se sacudieron y el perro ladró, una y otra vez, de una forma ensordecedora.

— ¡Cállate! —gritó levantando su bolsa en el aire, lo cual solo alteró más al perro.— ¡Yo no te quiero! —le arrojó la bolsa golpeando su rostro, pero eso no impidió que el animal aprovechara para comer.

Yoongi sintió que ese golpe no había cumplido con su objetivo, su objetivo de lastimar al perro como una especie de castigo por haberle hecho enojar.

Se acercó dejando el temor de lado, él era más fuerte que un simple perro, ¿verdad? Él podía castigarlo sin terminar siendo lastimado.

Solo un simple castigo.

Pateó con fuerza su estómago, cerrando sus ojos cuando lloriqueos emanaron del animal.

Llevó ambas manos a sus oídos y los cubrió, no quería escucharlo llorar, quería ignorar el estarle lastimando más de lo necesario y el que Tae estuviese afuera, escuchando como hacía sufrir al perro, un perro que nada grave había hecho, que lo único que deseaba era comer.

Y es que sabía que no podría detenerse, aunque sabía que estaba haciendo mal, no podía dejar de patear el cuerpo del indefenso animal, su mente no era suficiente para detener el impulso de sus pies, que insistían en lastimarlo.

Pateó y pisoteó tanto como pudo, esperaba haber destrozado sus órganos, esperaba abrir sus ojos y ver al perro agonizante, en sus últimos momentos, lleno de sangre, fresca sangre.

Su mirada estaba borrosa gracias a pequeñas lágrimas que asomaban por sus ojos, enfocaba el cuerpo frente a él que convulsionaba a cada segundo, y es que odiaba que eso le pasara, no poder detenerse hasta que ya no había forma de retroceder y arrepentirse.

Se dejó caer al suelo, sintiendo sus lágrimas deslizarse por sus mejillas. Metió ambas manos en la boca del perro y se sujetó de sus dientes superiores e inferiores, tirando de ellos a direcciones contrarias, esforzándose para lograr zafar su mandíbula.

Y más y más sangre brotaba, sus manos estaban llenas de sangre y la suela de sus zapatos estaba apoyada en el charco rojo que él mismo había provocado.

Lloraba en silencio, sin terminar de comprender lo que había hecho, la situación en la que se encontraba. Simplemente miraba sus manos, tratando de procesar porqué estaban tan manchadas, qué diablos le había hecho a aquel ser que no era culpable de ningún mal.

— Estoy aquí, Yoonie. —poco a poco su mente volvió a reincorporarse, sintiendo los brazos de Tae en su cintura, le estaba cargando.— Vamos a limpiarte, bebé. Todo está bien, está bien. —susurró su novio, caminando a paso rápido hacia el río.

Bajó a Yoongi una vez llegaron y le hizo agacharse, para tomar sus manos y sumergirlas en el agua. El menor no decía nada, tan solo miraba la sangre desprenderse de sus manos para teñir el agua de rojo, limpiandolo para simplemente hacer que se fuera a otro lugar, pero esa sangre no iba a desaparecer, lo que había hecho, no iba a desaparecer.

— Yoonie tiene miedo. —habló finalmente, llorando y mirando a su novio en busca de consuelo, sentándose correctamente en la orilla del río. Taehyung le abrazó, pegándole a su cuerpo y permitiendo que llorara. Aún no lo entendía del todo, había visto lo que le hizo a su perro, pero no entendía porqué lo hizo si le afectaba tanto.— ¿Lo maté, TaeTae? —pregunto. El mayor no quiso responderle, pues no sabía qué respuesta sería la indicada.— ¿Soy malo?

— No, no, bebé. —contestó de inmediato.— No eres malo, no pienses en eso.

— ¿TaeTae es malo?

— No lo soy. —una de sus manos acariciaba suavemente el cabello del chico junto a él. Había manchado también su ropa, pero lo único que le importaba en el momento, era limpiar las manos de Yoongi, creía que quizá verlas era la causa de que no parara de llorar.— Soy bueno, pero solo contigo.

— ¿Y malo con los demás?

— Eso dicen. —dudó. Sabía que no era la mejor persona, nadie era completamente bueno, pero estaba seguro de que a Yoongi no quería lastimarlo, lo amaba, lo necesitaba.

— ¿Está bien si yo soy igual? Ser malo mientras... contigo siga siendo bueno.

— Está perfecto, pequeño. —tomó su rostro para hacerlo mirarlo, necesitaba ver que ya estaba calmado, que lo que había pasado ese día no le afectaría después.— Ahora, sonríe. —pidió, haciendo lo mismo cuando el menor obedeció, mirando con dulzura la hermosa sonrisa de su novio. Le encantaba, ya no imaginaba su vida sin ese chico en sus días.

Y entonces cortó la distancia y le besó, sin importarle haber visto la crueldad con que asesinó a aquel animal, ignorando haberle visto riendo y llorando al mismo tiempo, sufriendo y disfrutando como si no pudiese decidir si aquello le estaba gustando o no.

Sabía que Yoongi tenía problemas psicológicos, lo supo desde el inicio, pero no imaginó qué tan graves deberían ser, y es que apenas estaba comenzando a descubrirlos.

Ya no sabía qué esperar.

[ ♥ ]

Nota: Quiero bailar pero no sé hacerlo ahq

Se vienen mis exámenes y espero tanto tiempo empleado en la escuela sirva para algo, ays.

Si hay errores ortográficos, avísenme xd Se me chipostea, estoy distraída u.u

Cute Yoonie 태기 TaeGi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora