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— Es solo un juego, bebé.

— Yoonie tiene algo de miedo. —confesó, mirando la mochila que Taehyung tenía en sus brazos.

— ¿Por qué miedo? —rió, acercándose más a él. Yoongi seguía retrocediendo, hasta finalmente chocar con la pared.

— TaeTae está sonriendo... raro. —posó ambas manos en su pecho para evitar que Taehyung se pegara completamente a él.— ¿Qué quieres hacer?

— Ven, pequeño. Te explicaré. —tomó una de sus manos para llevarle consigo hacia el colchón en el centro de la cabaña, donde dormían.

— Me das escalofríos.

— Ya, silencio. —ordenó. Se sentó en el colchón y tiró del brazo del menor para que hiciera lo mismo.— Voy a explicarte las reglas, tú te quedas calladito y obedeces, ¿entendido? —Yoongi asintió con lentitud, los juegos de Taehyung eran cada vez más fuertes, ya no sabía qué esperar.

Temía, hasta cierto punto, lo que el chico quisiera jugar pero aún así aceptó, pues sabía que nunca haría algo que no le gustara. Quizá a veces pareciera que los juegos serían horribles, pero una vez comenzaba, lograba encontrar placer en cada uno de ellos.

Y bueno, no es que tuviera permitido negarse.

— De rodillas, bebé. Pon tus manos en los tobillos. —habló, Yoongi obedeció enseguida, sin dudar ni un poco.— Durante mi turno en el juego, tú no podrás moverte, pase lo que pase, no debes moverte. —abrió su mochila, sosteniéndola mientras sus ojos seguían fijos en el chico frente a él.— Nuestro juego será un confesionario que nos va a ayudar a conocer más del otro. Nuestros secretos van a revelarse aquí, mientras usamos lo que... lo que te he enseñado, para así desahogarnos de una vez por todas y darle al otro el castigo que creamos merece. —Yoongi asintió levemente, incitándole a continuar.— Y bueno, traje varias cosas. Voy a preguntarte algo y conforme a las respuestas, voy a usar algo de esto contigo. No te muevas o voy a enojarme. Hablo enserio. —su voz era amenazante, suaves escalofríos recorrían el cuerpo del menor y su mente imaginaba cientas de razones por las que no debería aceptar algo así, pero bueno, volvió a asentir sin más.— Perfecto. —susurró el mayor, para luego  vaciar las cosas que había en su mochila, permitiéndole a Yoongi finalmente saber qué eran.

—Yoonie aún tiene miedo. —susurró, temiendo que su novio se molestara por haber desobedecido lo primero que le había ordenado, no hablar.

— No, bebé. No te lastimaría, lo sabes, está bien.—se acercó para dejar un corto beso en su frente, logrando que una pequeña sensación de seguridad rodeara a Yoongi. No entendía cómo es que, en esa clase de situaciones, su cuerpo aún reaccionaba positivamente a Taehyung cuando ya sabía que ese chico amaba hacerle daño.

Su mirada estaba fija en las cosas frente a él, un par de navajas que parecían ser nuevas, algunas botellas de vidrio, cinturones pertenecientes a ambos y una cámara. Enserio, había también una cámara.

— Todo quedará grabado, no hay problema con ello, ¿cierto? —habló al notar la atención de Yoongi especialmente en ese objeto, este agitó su cabeza a modo de negación, mirando aún con curiosidad la cámara.

Taehyung la acomodó y encendió, comenzando a grabar su espectáculo. Se sentó frente a Yoongi y miró fijamente el lente de la cámara, sonriendo ante la idea de poder ver esa escena luego, cuantas veces quisiera.

— Bien, Yoonie. Comenzamos. —sus manos acariciaban suavemente los objetos que los separaban, todas las cosas posadas entre él y su novio.— Primer pregunta: —sonrió con emoción.— ¿Qué es "lastimar" para tí? —era lo que más ansioso estaba por saber, por escucharlo directamente del chico.

Cute Yoonie 태기 TaeGi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora