26.

922 127 36
                                    

— Yoonie quiere pedir algo. —se colocó de rodillas frente a su novio, éste levantó la mirada.

— Lo que quieras.

— ¿Me acompañas a volver a instalar la luz de mi casa? Puedo pagarla con mi sueldo de la biblioteca.

— ¿Quieres ir hoy?

— Sí.

— Claro, por mí está bien. —respondió sin tomarle tanta importancia.

— Gracias. —le abrazó con fuerza, siendo correspondido enseguida.

— ¿Por qué de repente quieres luz, pequeño? —dejó de lado su almuerzo, le causaba curiosidad notar al chico más contento éstos días que antes.

— Quiero verme bonito para tí.

— Ya eres bonito, eres el chico más bonito que he visto.

— Quiero ser más bonito. —escondió su rostro en el hombro del mayor, estaba apenado, le encantaba escuchar esas cosas.

— Como tú quieras, Yoonie. —besó su mejilla, sujetando su cintura y sintiendo su suave respiración contra su cuello.

Ni siquiera había terminado de comer, le parecía más interesante seguir acariciando la espalda de Yoongi y sentir al menor comenzar a quedarse dormido en sus brazos. La calidez de Tae le gustaba, sus caricias le encantaban y sumado al cansancio que los estudios y el trabajo le causaban, era fácil que quisiera dormir.

Solían comer en un pasillo que por lo general estaba completamente solo, pues al único lugar que llevaba era a las aulas de talleres, que nunca solían usarse a esas horas.

— Tienes clase. No te duermas, Yoonie. —susurró, dando suaves golpecitos a la espalda del chico.

— No quiero ir, vamos a quedarnos aquí.

— Tú no eres así de irresponsable, vas a ir a clase.

— Pero igual me voy a dormir en clase.

— No lo creo. —le hizo acostarse en el suelo, notando sus ojos realmente adormecidos.— Vas a estar despierto y cuando estemos en casa voy a hacerte un masaje o lo que tú quieras. —Yoongi abrió sus piernas y brazos para estar más cómodo, cerrando sus ojos.

No respondió, tan solo quería descansar aunque fuese por los pocos minutos que tenía libres antes de la próxima clase.

Su cuerpo estaba relajado y comenzaba a perder la conciencia de a poco, siendo dominado por el sueño, pero su cuerpo se tensó y sus ojos se abrieron en cuanto sintió el cuerpo de Tae sobre el suyo.

— No duermas. Obedéceme, pequeño. —susurró, conservando un tono suave en su voz.

— Yoonie quiere dormir. —se quejó, lloriqueando un poco antes de comenzar a reír.

— No, no, no. —besó su nariz. Estaba sobre él, pero sosteniendose también del suelo para no dejar caer su peso por completo; sus rostros estaban frente a frente y las respiraciones de ambos se mezclaban.— TaeTae no te dejará dormir. —sonrió, cortando la poca distancia para alcanzar sus labios.

Yoongi continuó el beso encantado, Tae era bastante cuidadoso en aquellas situaciones, como si temiera ser demasiado fuerte con su novio y ese sentimiento era notorio. El contraste de ese comportamiento comparado a las situaciones en que era fuerte e impulsivo le parecía curioso a el menor, para él era un misterio entender los radicales cambios de actitud de ese chico.

[ ♥ ]

— TaeTae es malo, malo. —cantaba Yoongi, caminando sin soltar la mano de su novio y sintiendo sus ojos pesados por el deseo de finalmente descansar.

Cute Yoonie 태기 TaeGi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora