8.

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— ¿Te sientes bien, Yoonie? —preguntó Jimin, el menor no le había permitido entrar a su casa y ambos estaban esperando en la acera fuera de la casa, con sus pocas mochilas. Yoongi lucía nervioso y eso le preocupaba.

— Sí. —susurró apenas. Su corazón latía demasiado fuerte, podía sentir su piel palpitar junto con sus latidos, estaba aterrado.— Solo... necesito ir al baño, si llegan diles que no tardo. —pidió y prácticamente corrió hacia la casa, sentía que se desmayaría en cualquier momento.

Conocería a los amigos y el hermano de Tae, estarían todos juntos por días, estaría viviendo con otros y no solo, eso le aterraba. No era capaz de estar tan cerca de los demás, de un grupo grande, tenía miedo y necesitaba calmarse.

Tenía que hacer eso, aunque se había prometido a sí mismo dejarlo. Lo necesitaba.

Regresó junto a Jimin, totalmente renovado. El miedo seguía ahí, pero había mejorado considerablemente, al menos ahora era más soportable.

Ambos esperaron en silencio hasta observar una linda camioneta detenerse frente a la casa, y después otra parecida también siguiéndole. Debían ser ellos.

Una de las puertas de la segunda se abrió y un apenado Tae fué empujado por ella, haciéndole salir. Sus amigos lo miraban divertidos por su actitud, nunca lo habían visto tan adorable.

— Hola, Yoonie, Jimin. —saludó, acercándose a ellos para ayudarles a llevar las mochilas a la camioneta.

— Hola, Taehyung. —sonrió.

— Hola. —saludó también Jimin, era incómodo no conocer a nadie excepto a Yoongi.

Namjoon, Hoseok estaban en una de las camionetas, mientras Seokjin y Jungkook en la otra; Tae había subido junto a Nam y Hoseok.

Jimin había querido quedarse con Yoongi, pero Tae, literalmente, no soltaba su mano y le hizo sentarse con él. El rubio había tenido que tomar asiento en la otra camioneta, con el par de hasta entonces desconocidos.

Namjoon comenzó a conducir, Seokjin también; una vez llegaran allá, podrían intentar hablar con Yoongi. Solo esperaban que Tae no se molestara por ello.

— ¿Estás emocionado, pequeño? —preguntó cuando la camioneta comenzó a avanzar, Yoongi sonrió débilmente.

— Sí. —quería poder estar junto a Tae, eso le gustaba, pero no quería estar tan cerca de todos esos desconocidos, eran muchos y no podía controlarlo.

— ¡También yo! Jugaremos juntos, nadaremos juntos, nos desvelaremos contando historias de terror, será asombroso. —dejó un corto beso en la mejilla del menor, suficiente para hacerle sonrojarse.

— Sí...

— Voy a mostrarte el bosque, vamos a explorarlo juntos y... y voy a besarte en el ambiente más bonito que pueda encontrar. —tomó su mano y la entrelazó con la suya, apoyando sus manos unidas en su pierna.

Yoongi comenzaba a alterarse. Con besarlo, debía referirse a en la mejilla, ¿verdad? No estaba listo para besar los labios de alguien, no podía con algo así.

[ ♥ ]

— Despierta, Yoonie. —sacudió levemente al menor, éste abrió sus ojos, acostumbrándolos poco a poco al exterior.

Levantó su cabeza mirando a todos lados desorientado, se había quedado dormido en el hombro de Tae.

— Eres tan tierno. —se levantó y salió de la camioneta, extendiendo luego su mano para que Yoongi la tomara.

Cute Yoonie 태기 TaeGi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora