Capítulo 6

7.1K 717 272
                                    

✧・゚:* La vi *:・゚✧

✧・゚:* La vi *:・゚✧

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Wheeler, Mike

Will y yo estábamos en mi casa, contábamos todos los dulces que recolectamos durante la noche, en lo que esperamos a que su hermano llegara por él. Después de que vimos quien tuvo la mayor cantidad y de un largo rato de silencio, termino contándome sobre lo que le sucedió cuando se alejo de nosotros. Tuvo otro de sus episodios, diciéndome que era como si estuviera en el otro lado.

—Era como una sombra gigante en el cielo. Solo que estaba viva... Y venía por mí.

—¿Es real esto? ¿O esta en tu mente, como dicen los médicos?

—No sé —miro la mesa durante unos segundos antes de regresar su mirada a mí, pero esta vez, su cara estaba demasiado pálida, como si en menos de un segundo todo hubiera cambiado para él—. Creo que la vi... Creo que vi a Atlas.

Me quede callado sin saber que decir, no quería darme la idea de que fuera real, no quería darme más esperanzas y que todo resultara siendo una cruel verdad. Podría ser real, podría solo haber sido su mente jugando una mala broma, pero aún así, no dude en preguntarme en que si cabía la posibilidad de que estuviera viva en algún lado junto a Eleven.

—A veces... Siento que me escucha y que puede verme —solté con una pequeña sonrisa en mi cara—. No lo sé, creo que estoy enloqueciendo.

—Yo también.

—Si los dos estamos enloqueciendo, es mejor que sea juntos, ¿no? —Will sonrió, asintiendo con la cabeza mientras me miraba.

—Sí, locos pero juntos.


Harrington, Atlas

Estaba sentada en la cama mientras jugaba con una pequeña bola de papel, la movía por toda la habitación como si fuera una pelota y Eleven solo la seguía con la mirada. La deje caer en cuanto tocaron la puerta, era el típico toque que usaba Hopper para que supiéramos que era él y la mire algo dudosa.

Le compartí mi plan de dejarlo afuera por una larga hora en forma de castigo, pero el hombre volvió a tocar sacándonos de nuestro pequeño plan.

—Sé que me retrasé, pero traje dulces y conseguí de los buenos —se quedo unos segundos callado, me cruce de brazos y mire la puerta de la habitación—. ¿Podrían abrir la puerta, por favor? Me voy a congelar aquí afuera.

Mire a Eleven pero la chica negó ante el plan y abrió la puerta principal dejando al hombre pasar, rodé los ojos mientras escuchaba como Hopper entraba con apuro. Deje mi espalda chocar con el colchón para volver a jugar con la bola de papel, escuche los pasos del hombre cerca de nuestra puerta y finalmente, la toco.

—Abran, ¿quieren? —arroje la bola a la puerta y me gire para ver la televisión que metimos—. Me retrase en un sitio y perdí la noción del tiempo. Lo siento.

Las dos mirábamos la tele, pero sabía que ninguna de las dos le estaba prestando atención al aparato. Quería que fuera una distracción para no escucharlo, sin embargo, no estaba funcionando.

—Niñas, ¿me abren la puerta, por favor? —le cambie el canal, para ver si otro programa me distraía—. De acuerdo, me sentare aquí comiendo todos estos dulces hasta engordar solo... De una vez les digo, es un peligro que me dejen aquí, podría darme un ataque cardíaco.

Eleven se paro de la cama y se sentó frente al televisor cambiando de canal para dejar solo la estática y luego ponerse una venda en los ojos. Algunos días eran así, ella quería ver a los chicos y la estática de la televisión la ayudaba demasiado. Los extrañaba y sabía que ansiaba por volver a verlos, al igual que yo.

Cerré mis ojos queriendo volver a ver a Mike, a lo que todo se puso negro y las voces junto a las imágenes pasaban como al cambiar de canal, hasta que me detuve en una sola persona. Lo vi, sentado en el fuerte que juntos habíamos construido para Eleven. Aun no lo deshacía y no podía evitar pensar en que haría con el fuerte en unos años si aun no regresaba.

¿Se desharía de el? ¿Aun lo tendría? ¿Llegara a olvidarse de mí?

Me tape la boca evitando soltar un sollozo, me sentía tan mal con tan solo pensar en lo último.

—Es el día número trescientos cincuenta y tres. Hoy fue un mal día y desearía que ambas estuvieran aquí. Desearía que tú estuvieras aquí... Will dijo que te vio y le creo, pero ¿por qué solo a él le das una señal? ¿Qué hay de mí? Sé que no debería pedirte demasiado, pero solo quiero escucharte, aunque sea solo una vez.

Me agache a su estatura observando sus ojos, levante mi mano para llevarla a su mejilla y antes de tocarlo, suelta el aparato con brusquedad y se aleja del lugar, hasta que desaparece.

Las lágrimas no tardaron en salir y me abrace a mí misma.

Back Home || Mike Wheeler (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora