Capítulo 12

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✧・゚:* Chicago *:・゚✧

La estática de la televisión ya estaba puesta gracias a la madre de Eleven, la chica termino de ponerse la venda y le di una pequeña palmada para que hiciera lo suyo

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La estática de la televisión ya estaba puesta gracias a la madre de Eleven, la chica termino de ponerse la venda y le di una pequeña palmada para que hiciera lo suyo. No paso más de un minuto para cuando se quito la venda con la respiración agitada y las lágrimas cayendo por sus mejillas, su tía la abrazo para calmarla y la mirada en sus ojos me dio a entender que algo terrible le había sucedido a Terry.

Pasó una hora para cuando estábamos en la oficina de su madre, revolviendo entre sus archivos en busca de alguien.

Eleven había visto a dos niñas y a un niño, una de tez morena y la otra, era ella. No pudo ver al niño con claridad, ya que estaba en una esquina mientras las niñas jugaban y él, solo se dedicaba a mirarlas en la oscuridad.

¿Quién era ese niño? ¿Era igual a nosotras? ¿Habrán más niños iguales a nosotras? Muchas dudas que quedaban por responder, y sentía que mientras más investigábamos, menos encontrábamos.

No tenía por qué preguntar el porque no estaba yo, sabía que estaba sola en una habitación, como siempre lo estuve hasta que logre escapar.

Ya había oscurecido, solo teníamos un recorte de periódico de la niña y pasamos toda la tarde tratando de localizarla y lo primero que se me ocurrió al no poder encontrarla... Es que estaba muerta.

Eleven me miro y le mostré una pequeña sonrisa con tal de que no se pusiera mal, nos levantamos para ir a cenar y cuando terminamos, fuimos a la cama para poder dormir. Me di la vuelta viendo a Eleven, que no dejaba de observar la foto de la niña.

—Inténtalo otra vez, puedes hacerlo.

Eleven me miro dudosa y cerro los ojos mientras sostenía el papel contra su pecho.

—La encontré.

Se levanto tan rápido que me asusto y me miro con una pequeña sonrisa en su cara, me levante de la cama para que bajáramos las escaleras corriendo y avisarle a su tía. Nos detuvimos en cuanto la escuchamos hablar.

—No sabía a quien más llamar... Él me dio este número y vino aquí a buscarla —hablaba por teléfono con alguien—. Sí, Jim Hopper, vino con una mujer llamada Joyce Byers... Es algo difícil de explicar, hay otra de ellas que esta desaparecida y creo que esta en problemas.

—Tenemos que irnos —le susurre y pude ver el dolor en sus ojos.

Mire el techo estirando mi mano, haciendo que nuestras cosas volaran hasta nosotras, me puse mi abrigo y mi mochila, a lo que Eleven hizo lo mismo. Y sin que Becky se diera cuenta, tomamos dinero de su bolsa y nos largamos del lugar rápidamente.

Ahora lo único que quedaba por hacer, era seguir a Eleven a donde se supone que se encuentra la desconocida y ella ahora si sabía a donde ir.

Tomamos asiento en un autobús de camino a Chicago, estaba sentada al lado de la ventana mirando entretenida el camino, Eleven estaba recargada en mi hombro mientras intentaba dormir un poco. Pasamos por el cartel que decía "Bienvenidos a Illinois" y supe que ya llegábamos a nuestro destino.

—El... —la sacudí un poco y quito su cabeza de mi hombro para poder ver la ventana.

En cuanto nos detuvimos, bajamos del camión para ver el alrededor y la multitud de personas que pasaban con rapidez. Era extraño estar en otro lugar aparte de Hawkins, pues nunca en mi vida he salido de ahí. Hasta ahora.

Nos paramos frente al edificio por el que tuvimos que pasar un horrible callejón, mire a la chica preguntándole si este era el lugar, a lo que asintio. Me acerque a la puerta para abrirla, mas no se abrió y tuve que usar mis poderes para poder entrar, pasé la mirada por el lugar y le avise a Eleven que parecía seguro. En cuanto cerro la puerta comenzamos a caminar hasta que vimos a cuatro personas reunidas frente a un bote de metal tipo fogata, hablando de no sé que cosa, pero se reían de ello.

—¿Hola? —hablo Eleven llamando la atención de los cuatro, a lo que les mire alarmada ante cualquier acto.

—Vaya, vaya... —un chico con cresta nos miro burlón, le dio una rápida mirada a sus amigos y se nos acerco lentamente, al igual que nosotras—. ¿Qué tenemos aquí?

Las dos chicas que estaban allí, miraron nuestros atuendos divertidas, a lo que les mire con el ceño fruncido.

—¿Un overol? Aquí no hay vacas que ordeñar.

—¿No? pensé que eras una —solté, a lo que la rubia me miro burlona—. Venimos a buscar a nuestra hermana.

Mi vista termino en el chico con cresta, nos miraba de arriba a abajo dando una vuelta alrededor de nosotras con tal de intimidarnos. Lo cual no le funciono. Eleven miro al chico sin expresión alguna, saco algo de su maleta y se los mostró, a lo que el de la cresta se lo quito para ver el pedazo de papel.

—¿Es Kali? —pregunto la morena arrebatando el papel de las manos del chico.

Con que así es como se llama, me gusta.

—¿Cómo nos encontraron? ¿Quién más sabe que están aquí? —comenzó a preguntar el chico.

—Nadie.

—Entonces, ¿qué? ¿se aparecen como por arte de magia con esa foto?

—Cálmate, son solo unas niñas.

—Podrían hacer que nos maten —la miro por unos segundos y saco una navaja de su bolsillo, nos miro amenazante y alcé una ceja divertida—. Si debo repetir la pregunta, empezaras a perder cosas. Comenzando por esos rizos bonitos. ¡¿Cómo nos encontraste?!

La tomo del brazo bruscamente y eso fue lo que me hizo enfadar demasiado, lo empuje causando que casi se cayera y me miro enojado.

—Deberías tener más cuidado con lo que haces, si es que no quieres tener esa navaja en el culo.

El chico rió por lo que dije, me tomo del hombro acercando su navaja a mi garganta y antes de que lo tomara por el cuello, tira la navaja de repente al ver un montón de arañas subiendo por su pierna. Estaba demasiado asustado y se hizo para atrás sacudiéndose de una manera muy graciosa.

—¿Ahora amenazamos niñas? —una voz apareció de la nada, mire para arriba y vi a una chica morena con los lados de su cabeza rapada. Era idéntica a la niña de la foto y sin duda, ella tenía que ser la de la foto.

—Ellas saben de ti —la morena se acerco al grupo y una de las otras chicas, le entrego el pedazo de periódico donde sale ella. Miro la foto durante unos segundos y nos miro extrañada.

—¿De dónde la sacaron? —Eleven le quito el pedazo de papel y la miro contestando que de su madre—. ¿Tu madre te lo dio?

—En su sueño circular.

—Sueño circular. Creo que son unas chifladas —se burlo el de la cresta.

—Dicen que buscan a su hermana —veo al de la cresta y me fijo que esta por recoger su navaja.

—Repito, chifladas.

Eleven estira su mano y la navaja vuela a su mano con rapidez, la toma del mango y guarda guarda el filo en este, sin dejar de mirar al chico con seriedad y se lo da a Kali. La morena la mira asombrada.

—Soy Jane —la mire con rapidez en cuanto dijo su nombre verdadero, ella me mira y asiente para que diga mi nombre.

—Atlas.

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Subí una historia de Peter Parker, por si quieren leerla;)

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