Atlas ha pasado por mucho desde que desapareció, ha descubierto cosas nuevas sobre sus poderes y le ha quedado claro que podía llegar a ser un peligro si los usaba.
Mike trata de ayudarla a entender que no lo es.
Eso es lo que él piensa.
Esta es la...
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—No es como antes, creció mucho y eso suponiendo que podemos meternos allí.
Estaba hablando Hopper sobre su plan de ir al laboratorio y cerrar ese portal, diciendo como estaba lleno de esos pequeños monstruos que hace una hora, acabamos de matar a algunos y que ahora había uno en el piso de la sala. O como Dustin les decía "Demo-dogs", a lo que le mire extrañada.
—Eleven pude, ella sabe como cerrar ese portal.
—Aun si El puede, queda otro problema. Si el cerebro muere, el cuerpo muere —mire a Mike, sabiendo que Will seguía poseído por el monstruo sombra—. Si Eleven cierra el portal y mata al ejército del Mind Flayer...
—Significa que Will muere —frustrada, lleve mis manos a mi cabeza.
Todos nos quedamos callados pensando en que hacer.
—Frío, le gusta frío —soltó Joyce y todo la miramos confundidos, se levanto rápidamente y la seguimos a la habitación de Will—. Es lo que me repetía Will. Atlas, dijiste que tú sentiste lo mismo que él cuando te metiste en su mente.
—Sí, dije que... ¡Me quemaba! ¡Exacto!
—Si es un virus y Will es el huésped, volvemos inhabitable al huésped. Así que si le gusta el frío... Lo sacamos con calor —respondió Joyce.
—Pero debe ser en un lugar que no conozca.
—La cabaña —soltó Hopper—. Lo llevaremos a la cabaña.
Hopper tomo a Will envolviéndolo en una manta y salieron él, Joyce y Jonathan afuera para dejarlo en el auto de Joyce, mientras Hopper le daba la dirección a Jonathan sobre donde quedaba nuestro hogar. Buscamos cosas que podrían usar para calentar el interior de la cabaña y todos nos reunimos afuera para ver como partirían Eleven y Hopper, al igual que Joyce, Jonathan, Nancy y Will.
Yo me quedaría con los demás, Eleven no quería que fuera y aunque no me agradaba la idea para nada, tenía que aceptar que esto era algo que ella tenía que hacer por si misma. Por otra parte, si los demo-dogs regresaban, alguien tenía que matarlos.
La chica se despidió con los demás prometiendo volver, y en cuanto se acerco a mi, la abrace con fuerza.
—Sé que no me necesitas y que lo lograras.
—Te quiero, Atlas.
—Y yo a ti, Jane —tenía que comenzar llamarla por su verdadero nombre, por más extraña que me sintiera.
La chica miro a los demás con una pequeña sonrisa en su cara, se subió a la camioneta junto a Hopper y el hombre me miro desde el espejo retrovisor. «Tengan cuidado» le dije metiéndome a su cabeza, a lo que asintió con la cabeza en forma de respuesta y me salí de su mente viendo como ambos autos partieron hasta alejarse.
Mire a Mike, el chico se me acerco y paso un brazo por mis hombros.
—Estarán bien.
—Lo sé... Solo me pregunto que pasara cuando todo esto acabe.
Probablemente volvería a casa con mis padres y no podía esperar por verlos. Pero por otro lado, extrañare vivir con Hopper y Jane, tener los viernes de engordamiento mientras vemos películas, despertar cada mañana encontrándome a Jane viendo sus novelas en la televisión y escuchar a Hopper tararear sus extrañas canciones mientras cocina.
No quería perder eso.
Steve nos mandó a que entráramos a la casa, Mike quito su brazo de mis hombros para tomarme de la mano y entrar al hogar de los Byers junto a los demás. No me soltó la mano y me guió a la cocina, de seguro para hablar en privado y ponernos al tanto de todo. Aunque yo ya sabía que había hecho él durante este año, pero no le diría nada al respecto.
Nos quedamos parados uno frente al otro, sus ojos recorrían mi rostro, a lo que sentí mi cara un poco caliente.
—Te cortaste el cabello.
Pase una mano por este y el camino termino en cuanto la punta de mi cabello llegaba por mis hombros.
—¿Te gusta? —el chico asintió sonriendo, a lo que hice lo mismo.
—Claro, le queda a tu ropa rockera.
—Oh sí, mi hermana me ayudo al cambio de apariencia —sonreí triste al recordar a Kali.
—¿Hermana?
Comencé a contarle sobre todo lo que he esperado por contarle... Hasta lo sucedido en la escuela con Max, el chico se rió de eso y le pegue en el hombro al llamarme tierna por ser una celosa.
—No es gracioso, pude haberla matado...
—Y no lo hiciste, sé que no nunca harías algo como eso.
Trate de sonreír en cuanto dijo eso, sabía que confiaba en mí en cuanto al tema de mis poderes, pero eso no quitaba el hecho de que algún día podía volver a perder el control y causar algo peor que solo una puerta arrojada. Era uno de mis grandes temores y ahora, no estaba segura de si haber vuelto haya sido una gran idea.
—Lo bueno es que estas aquí, conmigo y eso es lo único que me importa.
Se empezó a acercarse lentamente, esperaba que hiciera lo que tenía en mente y lleve mis manos a sus hombros sabiendo que me pondría roja como un tomate, pero seria un tomate muy feliz. Estaba a tan solo unos escasos centímetros de mí cuando escuchamos a Dustin y a Steve, entrar a la cocina, con mi hermano cargando el Demo-dog que había lanzado por la ventana.
Nos alejamos fingiendo toser como si nada hubiera pasado y los dos nos miraron confundidos.
—Ehhh, ¡¿me llamas Lucas?! —lleve mi mano a mi oreja, escuche al moreno gritar un "¿Qué?"—. Ah, voy para allá. Vamos Mike.
Lo tome de la mano y nos fuimos con los otros dos.
