Capítulo 11

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✧・゚:* Larrabee 515 *:・゚✧

Hopper no había llegado anoche y no me moleste en buscarlo, pues estaba segura de que estaba en la estación de policía dormido en algún lugar de su oficina, después de haber bebido una lata de cerveza o de haberse fumado un cigarro

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Hopper no había llegado anoche y no me moleste en buscarlo, pues estaba segura de que estaba en la estación de policía dormido en algún lugar de su oficina, después de haber bebido una lata de cerveza o de haberse fumado un cigarro. Aun así, no podía evitar el estar demasiado preocupada por él, ya que nunca había hecho esto antes y me hacía pensar en que algo malo le habrá sucedido.

Por lo que la tranquilidad no era lo que me acompañaba en estos momentos.

Cuando Eleven dejo de llorar, me contó lo que había sucedido y me sorprendió escuchar que su madre estaba viva. La chica quería ir a buscarla, lo cual acepte y preparamos unas mochilas para ir en busca de la madre de Eleven.

Pensaba que no haría mucho frío, pero cuando salí por un momento casi me congelaba, por lo que me cambie a por una blusa de manga larga de color negro, unos jeans de mezclilla, una sudadera gris y mi abrigo negro. Termine de ponerme mi abrigo y mire a El usando una blusa gris con un overol y arriba una camisa de cuadros café con un abrigo del mismo color.

Mire sus rizos, lo que me causo entre gracia y ternura.

Salimos de la cabaña una vez más, pero esta vez agarradas de la mano. Llegamos a una carretera y fui siguiendo a Eleven, ya que ella sabia a donde teníamos que ir, hasta que se detuvo.

—¿Qué sucede?

—¿Dónde es Larrabee cinco-uno-cinco?

Me quede mirándola sin reconocer el nombre, vi que pasaba un camión y levante la mano rápidamente haciendo una señal para que se detuviera, lo cual hizo.

Mentí para que el conductor del camión nos llevara hasta el lugar y el hombre acepto, me subí primero y después Eleven. En el camino, el hombre nos preguntaba el por qué nos habíamos ido de casa, a lo que yo tenia que responder mintiendo y él parecía creérselo. Eleven se dedicaba a mirar por la ventana en espera de llegar a con su madre.

El camión se detuvo, nos bajamos agradeciéndole al señor y vi como el camión se alejaba.

Seguimos el pequeño camino que llevaba a la casa, veía algunas cosas abandonadas al igual que una camioneta azul. Me pareció extraño como todo estaba tan silencioso y me daba los aires de que nadie vivía en la pequeña casa.

Llegamos frente a la puerta principal, mire como Eleven tomaba un profundo respiro para tocar la puerta, a lo que nadie atendió. La hice a un lado y golpeé la puerta con mucha fuerza hasta que una señora apareció frente a nosotras, irritada.

—Miren, no quiero sus galletas, niñas.

—No venimos a vender galletas... —me interrumpió la señora antes de que siguiera.

—Ni su palabrería religiosa —cerro la puerta con fuerza frente a mi cara y mire indignada la puerta. Eleven levanto la mano abriendo la puerta de golpe, a lo que la señora se dio la vuelta asustada.

—Quiero ver a mi mamá.

[...]

Me quede unos segundos frente a la madre de Eleven, mientras ella y su tía hablaban en privado en la cocina. La mujer no quitaba su mirada del televisor y no pude evitar sentirme terrible por ella. No podía decir que entendía a Eleven en estos momentos, fue horrible tener que pensar que tu madre estaba muerta y que resultó siendo una gran mentira al descubrir que en realidad esta viva, pero en un mal estado mental.

Quería saber que pasaba por su mente, tratar de entender que le sucedió para quedar de esta manera.

Antes de que hiciera algo, vi como ambas se levantaron de la mesa y yo me levante del suelo para seguirlas por detrás. La señora la dirigió a un cuarto y en cuanto abrió la puerta, se me rompió el corazón de tan solo ver como todo estaba decorado de color rosa, el ver como pudo haber sido su vida si Brenner no la hubiera arrebatado de las manos de su madre.

Pudo haber tenido una vida normal.

Me quede parada en el marco de la puerta, viendo a las dos.

—Puedo conseguirte una cama de verdad y puedes quedarte aquí conmigo si quieres...

¿Y si Eleven aceptaba? ¿Ya no podría verla? Podría vivir felizmente con su madre, aunque no de la manera en que imagino, pero al menos tendría a su madre junto a ella.

Levante la mirada viendo como la chica asintió ante la propuesta de su tía, me mordí el labio con fuerza y no pude evitar sentirme... Abandonada.

¿En verdad perdería a mi hermana? ¿Perdería a otra persona que tanto quería?

Aun cuando sentía que ya no tenía a nadie, la tenía a ella y a Hopper.

Pero el hombre siempre se iba a trabajar dejándonos solas, sin embargo, ahora solo quedaría yo.

—Pero, ella se queda —la mire rápidamente, Eleven me miro para luego mirar a su tía seriamente—. Es mi hermana, se queda conmigo.

—N-no puedo, esta es tu familia... Tú verdadera familia.

—Tú también lo eres.

Todo se estaba complicando cada vez más y más.

No quería dejar a Hopper, no podíamos abandonarlo así como así. Él nos ayudo desde un principio y me dolía el solo pensar en dejarlo después de todo lo que hizo por nosotras, después de hacernos una pequeña familia.

No podía, yo no...

Eleven observaba algo detrás de mí, a lo que me di la vuelta para ver que era lo que tanto observaba y me encontré con la lámpara en la pared, que no dejaba de parpadear.

La castaña se me acerco y juntas vimos la lámpara, nos miramos entre las dos sabiendo que era código morse y otra lampara parpadeo. Caminamos apuradamente hasta ella ignorando lo que nos decía su tía y seguimos otras lámparas que hacían lo mismo, hasta bajar las escaleras llegando a la cocina y miramos a la madre de Eleven.

—Niñas, en serio, solo son los cables viejos.

—No... Es mamá.

Back Home || Mike Wheeler (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora