Atlas ha pasado por mucho desde que desapareció, ha descubierto cosas nuevas sobre sus poderes y le ha quedado claro que podía llegar a ser un peligro si los usaba.
Mike trata de ayudarla a entender que no lo es.
Eso es lo que él piensa.
Esta es la...
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Fuimos de camino al Starcourt Mall, podía escuchar como Bäel se quejaba en voz baja de que todo esto no era lo que se esperaba al regresar a Hawkins y no pude evitar reírme ante su graciosa mueca de dolor. Al detenernos frente al lugar, rápidamente entramos para llegar al segundo piso, debido a que la primera planta estaba cerrada y al localizar a los cuatro chicos, todos me siguieron hasta detenerme en el barandal.
Al ver que habían varios rusos acercarse al escondite de mis amigos, hice que uno de los hombres le disparara a los demás en la cabeza y que terminara por darse a si mismo, al colocar el arma en su cuello.
Los cuatro salieron de su escondite y bajamos rápidamente por las escaleras eléctricas que estaban apagadas. En cuanto llegue frente a Steve, observe su cara con detenimiento y solté una fuerte carcajada al ver como tenía el ojo hinchado. Termine preguntándome a mi misma quien habrá sido la tercera persona en patear su trasero o que era lo que hacía mi hermano para siempre terminar con la cara completamente jodida.
—¿Estuvo buena la paliza, marinero?
—Cállate, bruja.
Todos formaron un pequeño circulo y Lucas observo a Erica, completamente confundido sobre que hacía su hermana pequeña aquí, a lo que entre los cuatro nos echamos la culpa. El moreno me miro furioso y yo solo levante ambos pulgares en alto, haciéndolo enfurecer más. Robin termino dudando sobre que rayos había pasado para que uno de los rusos traicionara a los demás y terminara suicidándose.
—Atlas tiene poderes —soltó Dustin, levante la mano y sacudí los dedos haciendo que un pequeño brillo saliera de entre estos—. No es la gran cosa.
—Di lo mismo cuando otro ruso quiera matarte.
—¡¿Y dónde estabas cuando esa maldita sala nos llevo?!
—¡Este estúpido demonio me noqueó! —apunte a Bäel con el dedo, haciendo que me mirara con reproche—. ¡Les había dicho que me esperaran! ¿Y qué sucedió? ¡Oh sí! ¡NO ME ESPERARON!
—¡¿Y quién diablos es él?!
—¡Mi hermano!
—¡¿Qué?! ¡¿Tú qué?! —se metió Steve a la discusión.
—¡Es como Eleven!
—¡¿Otro del loquero?!
Seguimos discutiendo hasta que escuchamos a Jane chocar contra el suelo, todos corrimos a donde estaba y comenzó a decir que le dolía la pierna. Max levanto su pantalón y al quitar el vendaje, vimos como un pequeño parasito se movía en el interior de su pierna, causando que lloriqueara por el dolor.
Jonathan se levanto para conseguir un cuchillo y una cuchara de madera, pero antes de irse, me dio la orden de que al momento de abrir la herida, tenía que sacar al parasito y asentí estando un tanto insegura. Al regresar, le entregó la cuchara para que la mordiera, Max la sostuvo por detrás y Jonathan la miro en espera de algún asentimiento, el cual tardó un poco en llegar e inmediatamente Jonathan comenzó a abrir la herida, haciendo que los gritos de la chica me causaran un terrible escalofrió de pies a cabeza. Al ver que la herida ya estaba abierta, trague saliva antes de estirar mi mano y comenzar a sacar al parasito, a lo que los gritos de Jane lastimaban mis oídos y me hicieran temblar por el dolor que le estaba ocasionando.
