Atlas ha pasado por mucho desde que desapareció, ha descubierto cosas nuevas sobre sus poderes y le ha quedado claro que podía llegar a ser un peligro si los usaba.
Mike trata de ayudarla a entender que no lo es.
Eso es lo que él piensa.
Esta es la...
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Wheeler, Mike
Solo nos dijeron que enviarían a unos hombres a investigar los túneles mientras nosotros estábamos en el laboratorio. El mismo laboratorio en el que experimentaron con Atlas y Eleven, a lo que se me revolvió el estomago de tan solo pensar en eso, pero aun así me quede por Will. El chico estaba acostado en una cama que parecía de hospital con unas intravenosas en sus brazos, se notaba lo pálido que estaba, las ojeras bajo sus ojos y lo mal que la estaba pasando.
Era horrible verlo de esta manera y no poder hacer nada al respecto.
Era de noche, intentaba dormir en el pequeño sillón que estaba a un lado de Will, pero me era imposible ya que era demasiado incomodo.
—Lo siento —me levante del sillón en cuanto hablo y vi que quería llorar—. Él me obligo. No debieron haberlo molestado.
«¡El espía!» pensé.
Rápidamente corrí al pasillo sabiendo lo que iba a suceder, unos hombres en la puerta me detuvieron cuando trataba de pasar. Insistí e insistí, pero Bob me jalo sosteniéndome de los brazos y fue cuando mi cabeza comenzó a doler nuevamente, tal como la primera vez que me sucedió.
—Hijo, ¿estás bien?
Gemí por el dolor, cerré los ojos con fuerza y lleve mis manos a mi cabeza.
—¡Mike!
Escuche esa voz, su voz.
Me detuve por un momento, mi cabeza dejo de doler y sentí como algo bajaba por mi nariz lentamente. Cuando lleve mis dedos para tocar lo que era, vi que era sangre.
Antes de que pudiera hablar, las alarmas en el lugar sonaron interrumpiéndome y supe que estaban aquí. Corrí de regreso a la habitación siendo seguido por Bob, y Joyce se acerco a mí confundida preguntándome que sucedía, la ignore mirando a un lado y encontré las inyecciones que habían usado antes para dormir a Will.
Tome una de estas y me di la vuelta para mirar al chico.
—Tenemos que dormir a Will, es un espía. Si él sabe donde estamos, el monstruo también.
—¡Miente! —Will se sentó apurado en la cama.
—Mató a los soldados, ¡seguimos nosotros!
—¡Esta mintiendo! ¡Esta mintiendo! —Joyce y Bob lo sostuvieron de los brazos al ver como perdía el control y de lejos se escucharon unos disparos, en cualquier momento estaban por llegar.
