Atlas ha pasado por mucho desde que desapareció, ha descubierto cosas nuevas sobre sus poderes y le ha quedado claro que podía llegar a ser un peligro si los usaba.
Mike trata de ayudarla a entender que no lo es.
Eso es lo que él piensa.
Esta es la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Escuchaba demasiadas voces lejanas y los constantes estruendos junto a unos gruñidos, abrí los ojos en cuanto comencé a ser arrastrada por el suelo. Me encontré con ambos chicos y cambie mi mirada para un lado, viendo como todos arrojaban fuegos artificiales hacia el Deshuellamentes. Ambos chicos se detuvieron al ver que estaba despierta, Mike se veía demasiado preocupado y Bäel no dejaba de verlo con el ceño fruncido, debido a los millones de regaños que me estaba haciendo y a los cuales no les prestaba la más mínima atención.
Trate de levantarme del suelo y ambos me tomaron de los brazos, ayudándome a levantar e ir en dirección a las escaleras eléctricas, con cuidado de que el monstruo no nos pisara en el camino.
—¿Dónde esta Jane?
—Distrayendo a Billy.
—¡¿Qué?! —corrí al barandilla y vi como Billy estaba encima de ella.
—¡Nos quedamos sin municiones! ¡¿Qué hacemos?!
Se miraron entre ellos sin saber que hacer y observe al monstruo frente a mí, para poner ambas manos en la barandilla y cerrar los ojos con fuerza, recordando lo que había sucedido con Kali y como había levantado ese vagón de tren cuando me había hecho creer que lastimé a Mike. Pero esta vez, me concentre en ese monstruo que quiere lastimarme... Que quiere lastimar a mis amigos y a mi familia.
Sentí ese tan conocido cosquilleo recorrerme de pies a cabeza y abrí mis ojos para ver como mis manos brillaban con intensidad, mi respiración se hizo pesada y permití que la ira se apoderada de mi cuerpo y mente. Levante las manos en dirección al monstruo y comencé a escuchar como gruñía por el dolor que le estaba ocasionando, pues cada parte de su cuerpo explotaba con un ligero movimiento de manos u dedos. Chocaba contra las columnas por el dolor, termine sosteniéndolo de la cabeza y con esfuerzo trate de juntar mis manos con la intención de aplastarla, a lo que comencé a gritar como si eso fuera a darme más fuerza, pero también por que sentía pequeñas punzadas por mis brazos, causándome dolor.
Dolía demasiado, pero quería matarlo.
Las punzadas se convirtieron en puro ardor y en cuanto mis manos se rebasaron, su cabeza explotó.
El Deshuellamentes, finalmente estaba muerto.
—Eso sucede cuando me amenazas...
Caí al suelo completamente exhausta, lo único que podía escuchar era el fuerte pitido lastimando mis oídos y sentí unos brazos debajo de mis piernas y espada, para cargarme como si fuera un bebé. Traté de controlar mi respiración, los sonidos a mi alrededor se hacían cada vez más claros y levante la mirada para encontrarme a Steve.
