Atlas ha pasado por mucho desde que desapareció, ha descubierto cosas nuevas sobre sus poderes y le ha quedado claro que podía llegar a ser un peligro si los usaba.
Mike trata de ayudarla a entender que no lo es.
Eso es lo que él piensa.
Esta es la...
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Dos meses después...
No era para nada fácil tener que volver a casa, después de que haya pasado un año sin tener contacto con mis padres. La situación se volvía cada vez más pesada con el paso de los segundos, gracias a que Hopper trataba de explicarle todo este lío a mis padres —claramente sin contar el hecho de que tengo poderes— y tampoco era bonito tener que admitir el como sabía que era adoptada.
El hombre duro más de una hora para que entendieran que fue por mi propio bien el haberme quedado con él y que el haber tenido contacto con ellos, pudo haber sido un peligro para mí. Los tres adultos coincidían en que ese edificio que se hacía llamar "Departamento de energía" no era en realidad lo que se decía ser.
Después de las dos largas horas de haber escuchado a los adultos hablar, finalmente los tres se levantaron de sus asientos y sonreí al escuchar que habría un tipo de custodia.
Me quedaría en la primera semana del mes con Hopper y en el resto del mes, me quedaba con mi familia. Ese fue el trato que tuvieron mis padres con el hombre y yo estaba feliz al saber que nunca abandonaría esa cabaña.
Llame a la chica desde mi habitación, ya que se encontraba en el baño arreglándose y pude escuchar sus apurados pasos a la distancia. La castaña casi chocaba con Steve, el mayor alcanzo a evitar que su vaso de soda se derramara en su camiseta o en el vestido de Jane y ambos se miraron entre sí, para luego dirigir sus ojos a mí, a lo que pude ver como una sonrisa se iba formando en sus rostros.
—¿Cómo me veo?
—Bonita.
—¡Coincido! —soltó Steve y le gruñí en broma, a lo que él hizo lo mismo.
Podía escuchar a mi madre hablar con los dos hombres, la música navideña inundaba la casa y no podía evitar sentirme más feliz que nunca. Eramos como una gran familia y sabía que Jane estaba adorando todo esto.
Me mire una vez más en el espejo antes de irnos al baile. Tenía puesto un vestido púrpura con una cinta rosa en la cintura, la falda me llegaba un poco debajo de las rodillas y tenía unos zapatos negros de tacón bajo. Termine dejándome una pulsera púrpura que era casi igual a la de Jane —la cual me regalo Hopper— y mi cabello estaba suelto, lacio y con las puntas onduladas para afuera.
Bajamos las escaleras casi corriendo, mis padres nos detuvieron para tomarnos fotos y Hopper le decía a Steve a que hora recogernos.
Antes de que nos tomaran otra foto, tome a la chica de la mano y con Steve detrás de nosotras, salimos de la casa corriendo para subirnos al auto del muchacho. Tuvimos que ir a recoger a Dustin y después de burlarnos un poco de su cabello, a lo que terminamos diciendo que se veía genial, llegamos frente al gimnasio de la escuela.
Salimos del auto dejando que ambos chicos hablaran y cuando finalmente salió Dustin, nos dirigimos los tres al baile. Los dos entraron antes que yo, les dije que luego los alcanzaría y me metí a los baños.
Me quede mirándome al espejo y tome un gran respiro.
—Sin poderes —susurre para mí misma.
Acomode el flequillo de lado que mi madre me había cortado ayer y siendo honesta, no lo odiaba del todo.
Quería asegurarme de que todo saliera perfecto y deseaba que toda preocupación que me mantenía con un terrible nudo en el estomago, desapareciera de una maldita vez. Tenía planeado no usar mis poderes, sabiendo que pude sobrevivir años sin ellos y que puedo volver a hacerlo.
Después de haber logrado que la preocupación se fuera, salí del baño en dirección al baile. Al entrar, busque a mis amigos entre la gran multitud de estudiantes, pero no había ningún rastro de ellos. La música lenta ambientaba el lugar, todos bailaban con sus parejas y en cuanto mis ojos se toparon con los suyos, no pude evitar sonreír. Se levanto de su silla y cuando llegamos uno frente al otro, observamos como todos a nuestro alrededor bailaban 'All Out of Love', una de mis canciones favoritas.
—T-te ves guapo —solté torpemente y mire el suelo durante unos segundos, sintiéndome una tonta cuando había practicado esas palabras demasiadas veces en mi cabeza.
—Eres hermosa —él sonrió tímidamente e hice lo mismo, tratando de no sonrojarme ante sus palabras—. ¿Quieres bailar?
—Solo si prometes no pisarme el pie, Wheeler.
—Lo prometo, Harrington.
Estire mi mano en su dirección, la cual tomo con una sonrisa en su rostro y lo jale para dirigirnos al medio de la pista de baile, donde quise tomar la iniciativa y lleve mis manos a sus hombros, por lo que él llevo las suyas a mis caderas. La proximidad entre nosotros hacia que levantara un poco mi cabeza, lo que me sorprendió un poco al recordar como hace un año estábamos casi de la misma estatura y ahora, me ganaba por unos centímetros.
—Estas creciendo.
—O te estas encogiendo.
—Estúpido poste...
—Estúpida titán...
Las pequeñas bromas entre nosotros hacían de esto lo mejor, me podía sentir cómoda con él de esta manera y el deseo de pegar mis labios con los suyos, se incrementaba. La voz de ambos cantantes ambientaba perfectamente con lo que estaba apunto de hacer, ya que era algo por lo que espere tanto y finalmente, tenía el valor suficiente para hacerlo.
—Digamos que si llegara a besarte... ¿Te gustaría? —el chico fingió pensárselo.
—¿Por qué no lo haces y lo averiguas?
—Creo que me gusta ese plan.
Y sin perder más tiempo, uní mis labios con los suyos sintiendo la calidez y suavidad de estos.
