Capítulo 30-T2 (Epílogo)

2.5K 226 9
                                    

(Narra Christopher)

Había sido maravilloso haberme quedado, sobre todo porque la tenía a mi lado, como desde el principio. La vida había sido grandiosa desde entonces, conseguí un excelente trabajo después de la boda de Zabdiel y Andrea, y luego de cumplir mis veinte años, quería alcanzar una meta más. Habían pasado sólo dos días después de mi cumpleaños, estábamos a 25 de noviembre y la ansiedad me corría por las venas, ya que ese iba a ser el día que nunca olvidaríamos ninguno de los dos.
-¿Cuál tulipán te gusta más?-le pregunté, mientras las estrellas alumbraban el oscuro cielo de aquella azotea en la que nos encontrábamos y yo apuntaba al montón de sus flores favoritas que había conseguido para esta ocasión especial.
-Mmm...-pensó ella-Los amarillos son lindos, me hacen recordar a mi madre-rió-No sé por qué. Me gusta la pasión que sale del rojo intenso, ¿pero que flor no es roja?. Los blancos... ¡que bellos son!-se maravilló-Me recuerdan a la boda de Andrea. Los anaranjados, parecen de esas flores que adornan algún jardín de película. Pero el violeta... ¿por qué sólo hay uno?-preguntó, notando la evidente diferencia en las cantidades, ya que de los demás había colocado cuatro-Ese es el que más me gusta-dijo.
Sonreí, satisfecho de haber adinerado.
-Tómalo-le insistí.
Ella lo hizo y luego me miró, aquel par de ojos se habían convertido en mi mundo entero y no podía jamás separarme de ellos.
-¿Te digo que significa para mí esta flor?-pregunté y ella asintió-Me asegura que siempre estaremos juntos, que amaneceremos juntos y envejeceremos juntos.
-Juntos-aseguró ella, sin comprender aún.
-Busca el centro de la flor-le dije, con el corazón a mil por hora.
Me miró extrañado pero lo hizo, vacilante. Luego se percató de lo que allí había y abrió la boca desmesuradamente ante la sorpresa.
-_______, juro que te amaré hasta que el último de mis suspiros se extinga; hasta que mi corazón entregue su último soplo de vida; te amaré hasta que el sol se apague y haga que dos más dos deje de ser igual a cuatro-tomé su mano y luego me arrodillé frente a ella, sus ojos estaban totalmente empañados en lágrimas de emoción-_______ Evans, ¿quieres casarte conmigo y hacerme el hombre más feliz sobre la faz de la tierra?-pregunté.
Se quedó sin palabras por un minuto y eso me hizo sentir nervioso, pero luego respondió con aquella sencilla palabra que mis oídos anhelaban escuchar:
-Sí.
Entonces me levanté, saqué el anillo del tulipán y lo deslicé por el dedo corazón de su mano izquierda. Y luego la abrigué en mis brazos. Nuestras bocas, hechas a la media, se hundieron deseosas de hacerlo y deposité en sus labios todo el inmenso amor que sentía por ella, que me recorría las venas y me aceleraba el corazón. Nunca la dejaría de nuevo, jamás me atrevería y así, enredado en sus brazos y ella en los míos quería permanecer siempre.

FIN.

Las alas de mi Ángel >Christopher Vélez y Tú< (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora