Capítulo 41 (Betty)

1.5K 132 8
                                    

Había apagado su celular porque ya estaba cansada de mirarlo cada dos por tres.

Se había tirado en la cama, con la luz apagada, a autocompadecerse de sí misma, mientras pensaba en mil y una maneras de volver a ver a Jug. De fondo, sonaban canciones tristes, que la acompañaban en su dolor. Sólo un pequeño haz de luz entraba por su ventana...

Quédate un momento así
No mires hacia mí
Que no podré aguantar
Si clavas tu mirada
Que me hiela el cuerpo
Me ha pasado antes
Que no puedo hablar

Tal vez pienses que estoy loco
Y es verdad un poco
Tengo que aceptar
Pero si no te explico
Lo que siento dentro
No vas a entender
Cuando me veas llorar

Nunca me sentí tan solo
Como cuando ayer
De pronto lo entendí
Mientras callaba
La vida me dijo a gritos
Que nunca te tuve y nunca te perdí
Y me explicaba que
El amor es una cosa
Que se da de pronto
En forma natural
Lleno de fuego
Si lo fuerzas se marchita
Sin tener principio
Llega a su final

La canción que estaba sonando le desgarraba el corazón. Otra vez se encontraba llorando, cuando pensaba que ya no tenía más lágrimas.

Ahora tal vez lo puedas entender
Que si me tocas se quema mi piel
Ahora tal vez lo puedas entender
Y no te vuelvas si no quieres ver

Que lloro por ti
Que lloro sin ti
Que ya lo entendí
Que no eres para mí
Y lloro..

Las canciones se seguían sucediendo, y ella hundida en su tristeza, estaba comenzando a adormilarse...

Si ves que no sonrió fácilmente
Porque ahora me preocupa lo que me era indiferente
Si la sombra del futuro esta nublando mi presente
Y las trampas de mi mente no me dejan escapar

No me dejes continuar, hazme regresar..

Tócame, para unirme con el mundo
Para respirar profundo solamente tócame
Tócame, para estar de nuevo en casa
Con tu mano se me pasa todo el miedo, tócame.

De repente, se despertó porque sintió un ruido proveniente de la ventana.

-Deben ser las ramas del árbol del jardín- pensó y no se movió.

Pero volvió a escuchar aquel sonido, una, dos y tres veces más y decidió incorporarse para ver de qué se trataba.

Nadie la había preparado para la sorpresa que se llevó cuando se acercó a la ventana. Abajo, se encontraba el muchacho de cabellos oscuros y ojos de tormenta que tanto amaba y había esperado, tirando piedrecitas para llamar su atención.

Vuelta a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora